Hace 30 años, la «democracia a la estadounidense» en Venezuela, la rebelión popular de «El Caracazo» y la irrupción del Chavismo
Hace tres décadas, Venezuela era presentado como uno de los modelos de un régimen «estable y democrático» en América Latina. A diferencia de la mayor parte de Sudamérica, no había pasado por una dictadura militar en el largo ciclo autoritario dictatorial que cubrió a prácticamente todo el continente entre los años 60s y 80s.
Recién iniciado su mandato, el «paquetazo» de medidas y ajustes impuestos por el Gobierno de Carlos Andrés Perez provoca una multitudinaria movilización popular en defensa de sus derechos, conocida como «El Caracazo«, el 27 de febrero de 1989, que perduraría muy fuertemente por varios días. El Pueblo sale a las calles en una revuelta de magnitudes inéditas, y una ola de desobediencia ciudadana y saqueos avanza por todo el país. El Gobierno de «CAP» (de una de las dos fuerzas del sistema partidista, «Acción Democrática», los «adecos»), el Gobernador del Distrito Federal de Caracas, Antonio Ledezma, apoyados por los medios de comunicación masiva, ordenan una brutal represión que culmina con un número no determinado de víctimas fatales, que las investigaciones hacen bordear en 3.000 muertos y desaparecidos. En esa represión, toda una generación de militares a los que se les ordenó llevar a cabo la represión tendrían en estos sucesos un motivo irreversible de politización y toma de conciencia. Lo mismo ocurriría con una parte importante del Pueblo venezolano.
El Caracazo y el surgimiento del Chavismo
Tres años más tarde, un sector de los militares se rebelaría ante el Gobierno de Carlos Andrés Perez, el 4 de Febrero de 1992. La insurreción militar fracasó, pero tras ella, quedaría instalado en la escena pública su líder y referente: el entonces Teniente Coronel Hugo Rafael Chávez Frías. Tras algunas escaramuzas militares menores, Chávez y su grupo, forjado desde años antes como «MBR-200» – Movimiento Bolivariano Revolucionario (200, por el segundo centenario del nacimiento de Simón Bolívar), deciden rendirse. Chávez logra empatizar con amplias franjas populares en una corta pero efectiva alocución televisiva.
Se sucedieron movilizaciones y cacerolazos populares en apoyo a las demandas de la insurrección popular, y a fines de ese año, ya preso Chávez y su grupo, una nueva asonada militar aún con más apoyo popular contra el Gobierno, el 27 de Noviembre de 1992.
Ambas rebeliones o golpes de estado fracasan, pero la sensación de decadencia se apodera del régimen «puntofijista», que aún por esos años seguía siendo presentado como «modelo a seguir», y donde algunas franjas minoritarias pero significativas y muy poderosas de la sociedad disfrutaban la bonanza derivada del petroleo. Carlos Andrés Pérez es juzgado y condenado por los tribunales venezolanos, por malversación de fondos públicos destinados a supuesta «ayuda internacional» al Gobierno de Violeta Chamorro en Nicaragua, quien había derrotado en elecciones al Frente Sandinista de Liberación Nacional (gobernante desde julio de 1979), tras una década de asedios y agresiones externas.
Tras la destitución de Carlos Andrés Pérez, triunfa en las elecciones Rafael Caldera, de COPEI, quien entre sus propuestas de campaña estaba la liberación de los militares insurrectos. Así, tras dos años en la cárcel, Chávez y los insurrectos de febrero y noviembre de 1992 son liberados en 1994, y, encabezados por Chávez se constituyen el «Movimiento V República«, trazando un camino de construcción política y social que lo llevaría al triunfo en las elecciones presidenciales en 1998. En la campaña y el programa, un punto central articulaba la propuesta chavista, que ya desde antes había construido «círculos constituyentes», que posteriormente pasarían a llamarse «círculos bolivarianos»: la convocatoria a una Asamblea Constituyente que terminó redactando en 1999 la Constitución Bolivariana vigente hasta hoy. Comenzaría el ciclo de gobiernos bolivarianos que perdura hasta el día de hoy.
Carlos Andrés Pérez, por su parte, fue condenado a prisión preventiva, hasta que fue liberado en 1999. En el 2001 se re abrió la causa por malversación de fondos públicos, y, por entonces en República Dominicana, se traslada a Miami, lugar donde fallece. Antonio Ledezma, uno de los principales responsables políticos de la criminal acción policial-militar de esos días, fue detenido por una conspiración golpista en el año 2015, y estando pendiente su investigación y juicio, se le concede libertad. Se dio a la fuga hacia Colombia por Cúcuta, y hoy se encuentra en España (Ver «¿Quién es Antonio Ledezma?«, teleSUR).