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Gobierno de Boric da curso a millonaria compra de ex casas de Patricio Aylwin y da marcha atrás por notorio error en la de Salvador Allende

En una cuestionada compra de casas de ex presidentes para su utilización como casas museo, el Gobierno de Gabriel Boric se vio forzado a dar marcha atrás en la compra de la ex casa de Salvador Allende en la calle Guardia Vieja, por haber una evidente inconstitucionalidad e ilegalidad al ser parte de las propietarias la actualmente Ministra de Defensa, Maya Fernández Allende, y la Senadora de la República Isabel Allende Bussi, nieta e hija del ex Presidente del Gobierno de la Unidad Popular. El contrato fue también cuestionado por su abultado monto: 933 millones de pesos. Al hacerse conocida la operación, el Gobierno tuvo que retroceder, debido a que hay normas constitucionales y legales expresas que prohíben la celebración de contratos de Ministros con el Estado. En el caso de los dos inmuebles de la familia de Patricio Aylwin, la operación se mantiene e implican el pago de 1.300 millones de pesos.

«Durante el ejercicio de su cargo, los Ministros estarán sujetos a la prohibición de celebrar o caucionar contratos con el Estado», dice claramente el artículo 37 bis de la Constitución. A pesar de esta evidente inconstitucionalidad e ilegalidad de la compra anunciada para fines de preseveración de la memoria histórica y la conversión de estos inmuebles en museos históricos, el Gobierno de Boric y las correspondientes reparticiones gubernamentales implicadas, no se percataron de la infracción a estas normas que implicaba la compra al estar Maya Fernández Allende entre las propietarias del inmueble de la calle Guardia Vieja que perteneció en su momento a Salvador Allende.

A pesar de ello, el gobierno emitió los respectivos decretos y estos fueron, en esta primera fase, aprobados por la Contraloría General de la República de Dorothy Pérez, cuestión que también ha sido cuestionada.

En todo caso, en su comparecencia ante los medios de comunicación, la Ministra de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval, no reconoció error alguno en el procedimiento, señalando que sólo se había estado cumpliendo con los pasos necesarios en una decisión de este tipo. Algo que pocos tomaron como una explicación plausible. De hecho, no pocos personeros de Gobierno y parlamentarios oficialistas reconocieron el grave error de dar curso a una operación de este tipo con abierta infracción a la Constitución y legislación vigente.

En la práctica, lo que se decidió fue anular la operación de la compra de la casa de Salvador Allende, y continuar con la millonaria compra de dos inmuebles de la familia de Patricio Aylwin, por un monto de 1.200 millones de pesos aproximadamente.

El contexto: el Gobierno de Gabriel Boric y el Aylwinismo

La compra de los inmuebles a la familia de Patricio Aylwin se da en un contexto de notoria simpatía y acercamiento de parte de Gabriel Boric y su gobierno con el mundo del aylwinismo y la Democracia Cristiana, como quedó públicamente manifestado en diciembre de 2022, cuando el Presidente Boric inauguró la estatua de Aylwin en el frontis del Palacio de La Moneda. En tal ocasión, Boric dijo expresamente querer ser recordado como figuras como Eduardo Frei Montalva o Patricio Aylwin Azócar, dos referentes del mundo democratacristiano abiertamente identificados con el golpismo contra el Gobierno de Salvador Allende y la Unidad Popular.

De hecho, Patricio Aylwin es recordado por haber sido un crucial operador de la desestabilización del gobierno de Allende y la UP, cuestión de la que además de abundante documentación, notas de prensa, y entrevistas públicas de la época, han tenido una confirmación en los años posteriores.

En el año 2012, en una entrevista al medio español «El País», Aylwin emitió unas controvertidas declaraciones acerca de Pinochet, incluso alabándolo en varios sentidos:En dicha ocasión, Aylwin dijo (textual): “Pinochet representaba, por una parte, orden, seguridad, respeto, autoridad. Y, por otra, una economía de mercado que iba a permitir la prosperidad del país. Esos fueron los dos factores definitorios, y por eso Pinochet fue popular. Era un dictador, pero popular”

Sin embargo, el Gobierno de Boric ha utilizado ampliamente su auto-percepción como «gobierno de izquierda», y en sus discursos, el Presidente Boric en numerosas ocasiones ha hecho referencias a Salvador Allende.

Pero también, desde que asumió su mandato presidencial, han sido constantes los acercamientos discursivos ante el mundo de la Concertación, con una nueva valorización de los «30 años», y constantes elogios a la dirigencia concertacionista incluyendo a la democratacristiana. Para la inauguración de la estatua de Patricio Aylwin, Boric llegó a señalar que «Si nos recuerdan como se recuerda a Aylwin, Frei y Tomic, habremos cumplido nuestro cometido».

No por nada, el conocido analista y operador político y comunicacional de los gobiernos de la Concertación, Eugenio Tironi, a quien el propio Gobierno de Boric ha contratado para asesorías, ha sentenciado: «el de Boric será un legado más parecido al de Aylwin que al de Allende».

Otra de las cuestiones que mereció comentarios en las redes sociales es el daño que se le producen con controversias como esta a la memoria de la Unidad Popular y del propio Salvador Allende. Además, es significativo mencionar que la Ministra de Defensa Maya Fernández Allende, nieta del ex presidente, ha sido también cuestionada por la continuista política de defensa del actual gobierno, y un férreo alineamiento con el Gobierno de Estados Unidos y su aparato militar, recibiendo en varias ocasiones a la Generala del Comando Sur Lauro Richardson y manteniéndose los continuos ejercicios militares conjuntos con el aparato militar estadounidense, incluyendo operaciones en territorio nacional chileno.

Otra cosa es la asociación de la figura de Salvador Allende con cuestionamientos a la probidad y la participación en actos de corrupción, algo que estuvo muy lejos de la realidad de su trayectoria política y el gobierno de la Unidad Popular. Recordadas son los constantes señalamientos en el programa de la UP al fenómeno de la corrupción, incluyendo continuas declaraciones de Allende en el sentido de atacar duramente a toda práctica de corrupción en el Estado:

«Esta nueva moral, junto con el patrimonio y el sentido revolucionario, presidirán los actos de los hombres de Gobierno (…) Nuestra administración estará marcada por la absoluta responsabilidad, a tal punto, que lejos de sentirnos los prisioneros de organismos controladores, les pediremos que oepren con la conciencia constante para corregir los errores y para denunciar a los que abusen dentro o fuera del Gobierno… A cada uno de mis compatriotas que tiene sobre sus hombros una parte de la tarea para realizar, les digo que hago mía la frase de Fidel Castro: en este Gobierno se podrán meter los pies, pero jamás las manos» (Salvador Allende Gossens, primer discurso como Presidente, 5 de noviembre de 1970, Estadio Nacional de Santiago de Chile).

De hecho, en el Programa de Gobierno de la Unidad Popular se decía: «Se establecerá un riguroso sistema de incompatibilidades que conduzca al término del mandato o de la privación de su cargo
cuando un diputado o un funcionario de altas responsabilidades se desempefie como gestor de intereses privados».

Por su parte, en las «40 primeras medidas» del Gobierno de la Unidad Popular, las primeras medidas eran relativas a la probidad del nuevo Gobierno:

«1.- SUPRESIÓN DE LOS SUELDOS FABULOSOS. Limitaremos los altos sueldos de los funcionarios de confianza. Terminaremos con la acumulación de cargos y sueldos. (Consejerías, Directorios, Representaciones). Terminaremos con los gestores administrativos y traficantes políticos.

2.- ¿MÁS ASESORES? ¡NO! Todo funcionario pertenecerá al escalafón común y ninguno estará al margen de las obligaciones del Estatuto Administrativo. En Chile no habrá más ASESORES.

3.- HONESTIDAD ADMINISTRATIVA. Terminaremos con los favoritismos y los saltos de grados en la Administración Pública. Habrá inamovilidad funcionaria. Nadie será, perseguido por sus ideas políticas o religiosas. Se atenderá a la eficiencia, la honradez y el buen trato con el público de los funcionarios de Gobierno.

4.- NO MÁS VIAJES FASTUOSOS AL EXTRANJERO. Suprimiremos los viajes al extranjero de los funcionarios del régimen; salvo aquéllos indispensables para los intereses del Estado.

5.- NO MÁS AUTOS FISCALES EN DIVERSIONES. Los automóviles fiscales no podrán usarse bajo ningún pretexto con fines particulares. Los vehículos que queden disponibles se utilizarán para fines de servicio público, como transporte de escolares, traslados de enfermos de las poblaciones o vigilancia policial.

6.- EL FISCO NO FABRICARÁ NUEVOS RICOS. Estableceremos un control riguroso de las rentas y patrimonios de los altos funcionarios públicos, El gobierno dejará de ser una fábrica de nuevos ricos.

7.- JUBILACIONES JUSTAS, NO MILLONARIAS. Terminaremos con las jubilaciones millonarias, sean parlamentarias o de cualquier sector público, o privado, y utilizaremos esos recursos en mejorar las pensiones más bajas.»


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