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El Acuerdo Haavara entre Sionistas y Nazis y su colaboración en los orígenes del «Estado de Israel» y la ocupación de Palestina

En un nuevo aniversario de la firma del Acuerdo Haavara el 25 de agosto de 1933, compartimos una reseña y contexto de este histórico acuerdo entre el Tercer Reich nazi alemán, la Federación Sionista de Alemania (die Zionistische Vereinigung für Deutschland), y el Banco Anglo-Palestino (bajo las órdenes de la Agencia Judía para Israel, una agencia ejecutiva oficial en la entonces Palestina), con el objeto de acordar la cooperación nazi – sionista para los inicios de la aceleración de la ocupación colonial del territorio de Palestina en los años 1930s.


Corría el año 1933, y en el marco de la arremetida nazi fascista que le había permitido a Hitler tomar prácticamente todo el poder y dar un Golpe de Estado contra la «República de Weimar», la Federación Sionista de Alemania negociaba con Adolf Hitler un acuerdo de colaboración. Los sionistas facilitarían la salida de los judíos de Alemania, incluso ayudarían a expandir la propaganda nazi, a cambio de su destino fuese construir su «Estado» en Palestina.

En esos años, ya la mayor parte de las organizaciones judias del planeta, como es lógico con sólo leer «Mi Lucha», rechazaban y boicoteaban al nazismo. El ideario de Hitler ponía a comunistas y judíos como enemigos directos de su proyecto y fue consistente con el correr de los años, aunque los ataques hacia el Partido Comunista y las izquierdas en general fue en importancia y gravedad primero y condición para su ascenso: fue el aplastamiento y exclusión de comunistas, socialistas y socialdemócratas parte esencial de la sucesión de pasos del Golpe de Estado nazi contra la República de Weimar. Pero el discurso conta los judíos, sus empresas y cultura, acompañó toda la trayectoria de ascenso nazi.

Así, para los Nazis era un problema el poder de las familias y personas acaudaladas de las comunidades judías, con su presencia en grandes corporaciones en Estados Unidos, Reino Unido, y otros países occidentales, y su considerable influencia en los principales bancos e instituciones financieras del mundo de entonces. El discurso de Hitler era abiertamente agresivo frente a «los judíos» a secas, puestos como enemigos principales junto a «los comunistas» en sus discursos y escritos, aunque en lo referente al «enemigo judío» apuntaba mucho a esos banqueros y oligarcas afamados por explotadores y usureros y frente a los cuales había una abierta animadversión de parte de importantes sectores de las sociedades europeas de entonces.

A pesar de todo eso, Hitler y los Nazis tendrán un aliado entre las comunidades judías repartidas entre un sinnúmero de países: el movimiento sionista internacional. El movimiento fundado y encabezado por el húngaro Theodor Herzl (1860-1904) y su referencial libro «El Estado judío: ensayo de una solución moderna de la cuestión judía» publicado en 1896, había ido ganando fuerza en el marco de auge de movimientos de extrema derecha y nacionalismos extremos en las primeras décadas del siglo XX, como una corriente similar a los fascismos italiano, español, alemán, ucraniano, croata, etcétera. Con una particularidad sí: en el caso del sionismo, no se remitía a una nación o país existente, si no que a uno a crear a partir de una justificación histórica de tiempos remotos de hace más de 25 siglos atrás, con comunidades y personas de distintos países, etnias e idiomas que debían encontrar un territorio a colonizar.

Congreso Sionista Mundial del año 1939, en Geneva, Suiza, donde se solía realizar anualmente, con el retrato de Theodoro Herzl y la bandera que años después será instalada como emblema oficial del ente «Estado de Israel».

En ese marco, los sionistas en reunión de Mayo de 1933 se prestaron a terminar con el boicot al Tercer Reich, a cambio de su ayuda para la colonización de Palestina. Es significativo el momento de todo esto: el incendio del Reichstag y proscripción del Partido Comunista y su exclusión del Parlamento, la aprobación de la «Ley Habilitante» a Hitler (el golpe ya generalizado contra la República de Weimar y su orden constitucional), son en febrero y marzo de 1933. En el marco de ese agravamiento de los atropellos y violaciones de parte de los Nazis, el movimiento sionista internacional se le acerca a negociar acuerdos.

Tras tres meses de negociación, el 25 de agosto de 1933 se firma el definitivo acuerdo nazi-sionista. Sus firmantes fueron la Federación Sionista de Alemania, el Banco Leumi (hoy día es el banco sionista más poderoso) y las autoridades económicas de la Alemania nazi de Hitler.

El documento del acuerdo «Haavara» firmado el 25 de agosto de 1933.

El contenido del Acuerdo de Transferencia o «Acuerdo Haavara»

El acuerdo estipulaba que el régimen encabezado por Adolf Hitler organizaría los viajes de más de 60.000 judíos para colonizar Palestina. Además, se permitiría que los judíos exportaran toda su fortuna y posesiones desde Alemania. El acuerdo era un ganar-ganar para ambas partes: los sionistas conseguían un respaldo y apoyo del Estado alemán, y los nazis conseguían recursos y amistades entre los cada vez más poderosos sionistas, que ya provenían en buena parte de esos círculos de oligarcas, banqueros y gente adinerada de religión judía.

Este acuerdo permitió a los judíos acaudalados alemanes emigrar a Palestina, que en ese momento estaba bajo control británico, llevando consigo sus propiedades y activos desde Alemania. La palabra «Haavara» (העברה) es de origen hebreo y significa «transferencia» o «traslado». Se mantuvo oficialmente vigente durante los años posteriores a su firma en 1933, hasta 1942, aunque su efectividad se limitó al período que abarcó hasta 1939, año en que comenzó la Segunda Guerra Mundial. Entonces, los nazis pusieron en marcha la confiscación de propiedades y persecución contra las comunidades judías, lo que implicaba la incautación de sus bienes y activos.

Pero hasta entonces, el acuerdo Haavara se mantuvo en funcionamiento. Como se señaló antes, en virtud de este, los judíos (sobretodo acaudalados milonarios y capas medias acomodadas) que emigraban tenían la posibilidad de transferir una parte de sus activos a Palestina, lo que les permitía preservar parte de su riqueza. Junto con eso, la otra parte de sus activos debía pagarse al propio Estado alemán o bien destinarse a compras a empresas alemanas. Así, los bienes con los que los colonos sionistas colonizaron las tierras palestinas en esos años, permitían además financiar y acrecentar el dinamismo de empresas y capitales alemanes.

Así, más que un acuerdo para rescatar personas fue un rescate de capitales para llevar dinero a Palestina y fundar allí un Estado sionista a costa del pueblo palestino habitante de ese territorio, y por otra parte, la Alemania nazi conseguía cuantiosos recursos para darle impulso a su economía e industrias. Por otra parte, la población judía de clase trabajadora quedaba a merced de las políticas de persecución y exterminio del Tercer Reich nazi fascista. En especial, los sectores populares como asimismo las militancias y organizaciones judías de izquierdas quedaron a merced de la agresión, persecución, y afán genocida de los Nazis.

Grupo de sionistas con banderas nazis en los años 1930s, dan cuenta de que seguían llamando como «Palestina» el territorio que luego comenzarían a ocupar en su proyecto colonialista. Numerosos sionistas, como corriente de extrema derecha, adherían al Nazismo a pesar del abierto discurso anti-judío de Adolf Hitler.

Además, la Organización Sionista Mundial recibió permiso de Hitler para organizar en territorio alemán alrededor de 40 centros de adiestramiento profesional militar además para futuros colonos de Palestina. Aqui podemos ver la organización sionista Betar desfilando en Alemania en 1934.

«Betar», la organización sionista fundada por Vladímir Jabotinsky, nacido en el Imperio Ruso (Odesa).

En Octubre de 1933, la línea marítima nazi más importante, la Compañía Naviera Hamburgo, implementó un servicio directo desde Hamburgo a Haifa, en Palestina.

Hitler envió al oficial de las SS Leopold von Mildenstein a Palestina junto a sionistas como Kurt Tuchler, a quien la Federación Sionista de Alemania le había encargado mantener relaciones con dirigencias del partido Nazi alemán.

Leopold Von Mildestein posa con su esposa y el funcionario de la Federación Sionista de Alemania Kurt Tuchler y su esposa en viaje de luna de miel a las colonias sionistas en Palestina | Goldfinger / Tuchler Familienarchiv.

En 1934, para conmemorar el viaje de Leopold von Mildenstein a Palestina, Joseph Goebbels mandó a hacer una medalla conmemorativa con el mensaje: «EIN NAZI FÄHRT NACH PALÄSTINA (Un nazi viaja a Palestina) y UND ERZÄHLT DAVON IM ANGRIFF. Y se publica en “Der Angriff», periódico de Goebbels.

La medalla que mandó a acuñar Joseph Goebbels por la visita de Adolf Eichmann al Mandato Británico de Palestina en 1934.

Por su parte, al interior del movimiento sionista, las organizaciones que dominan la escena tuvieron desde un inicio una notoria simpatía con las ideas de extrema derecha y las distintas corrientes fascistas. Por ejemplo, «Betar» fue una organización fascista que colaboró ​​con la Alemania nazi para colonizar Palestina. Hitler incluso estableció campos de entrenamiento para ellos en Alemania como preparación para la colonización. Su fundador, Zeev Jabotinksy, nacido en Odessa y que fundó a «Betar» en Letonia, fue un fiel admirador de Benito Mussolini.

La organización paramilitar sionista «Betar» en los años 1930s.

Es elocuente el constatar que mientras el régimen nazi, que tomó el control prácticamente total de las instituciones del país tras la espúrea aprobación de la «Ley Habilitante» que le dio poderes totales a Adolf Hitler en marzo de 1933 en una especie de Golpe de Estado continuado o por etapas ejecutado con la proscripción y persecución de toda la oposición de izquierda (en especial y como primera línea de ataques, a los comunistas), por otra parte llegaba a acuerdos de cooperación con lasorganizaciones sionistas, e incluso estas realizaban actos públicos, como muestra la fotografía compartida de un acto de «Betar» en 1934.

Por su parte, una cuestión muchas veces ocultada y silenciada, es la colaboración de personas de religión judía, muchas veces sionistas y en el marco de organizaciones sionistas, con el régimen de apartheid que implementaron los nazis. Los sionistas en los Judenratt, comités que controlaban los guetos judíos, decidían a quien dejaban ser asesinado y quien «deportado» para formar su «Estado» en Palestina. Documento capturado a las SS, donde queda registrado un encuentro entre Folkes (sionista) y el nazi Eichmann.

Documento capturado a las SS, donde queda registrado un encuentro entre Folkes (sionista) y el nazi Adolf Eichmann.

El «arquitecto» de los campos de exterminio nazis, Adolf Eichmann, viajó a Palestina en 1937, cuestión que admitió en sus memorias cuando estuvo oculto en Argentina. «Dije con frecuencia a judíos con los que tuve que tratar, que de haber sido yo judío, habría sido un fanático sionista«, afirmó Adolf Eichmann en sus memorias:

Memorias de Adolf Eichmann: «Dije con frecuencia a judíos con los que tuve que tratar, que de haber sido yo judío, habría sido un fanático sionista».

El agente sionista de la organización paramilitar sionista Haganah (o Haganá), Feivel Polkes (anteriormente citado) estaba «encantado con la política radical» de la Alemania nazi, para así empezar la colonización en Palestina. Estas palabras salen en las memorias de dos de sus colaboradores, Adolf Eichmann y Herbert Hagen:

El que se conoce como «Acuerdo Haavara» no fue el único pacto que los sionistas acordaron con los nazis. En 1941, los sionistas le pidieron entrenamiento para la organización sionista paramilitar «Irgun» (hoy el ejercito de Israel, IDF). Esta propuesta queda registrada en los archivos de Alemania con el núm. E 234158, fecha 11/1/1941.

De esta manera, está documentado que el sionismo fue socio del nazismo, llegó a acuerdos económicos a cambio de Palestina y cooperó en la deportación masiva de judíos para constituir su Estado. El sionismo es una ideología de extrema derecha, imperialista y supremacista, hermana del nazismo.

Fuentes, videos y notas recomendadas:
Acuerdo Haavara. Los orígenes del Estado Sionista (La Haine, 17 de mayo de 2020)

Cuenta @DaniMayakovski en X.

La traición de la Alianza nazi-sionista (Stefano Moore, publicado en la Agencia Uruguaya de Noticias Uy Press)

Video de Al Mayadeen en Español: Haavara, el pacto secreto entre nazis y sionistas

Video de Susana Khalil, conversación con el periodista y analista Nicolás Morás: Los judíos no son un pueblo. Hubo acuerdos entre los Nazi y Sionistas:

El Acuerdo de Haavara en canal «Red Planeta»:

Acuerdo Haavara: el pacto entre nazis y sionistas, del investigador Iván Gómez Avilés:


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