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El expansionismo Sionista expuesto: medio «The Jerusalem Post» publica artículo con título «¿Es el Líbano parte de la Tierra Prometida de Israel?»

En el marco del agravamiento de la agresividad expansionista y genocida del ente o Estado de Israel contra los pueblos de Asia Occidental, con particular intensidad contra los pueblos de Palestina y Líbano, el medio israelí en habla inglesa «The Jerusalem Post» publicó una columna a nombre del autor Mark Fish, en la que acudiendo a los textos judaicos se intenta justificar el expansionismo belicista del ente sionista. La nota fue publicada el pasado miércoles 25 de septiembre. Ante la abundante difusión de la nota y la obvia crítica que suscita, el viernes fue bajada de la web del medio, en el marco además del asesinato del líder del movimiento político libanés Hezbolá o Hizbullah, Hassan Hasrallah.

Rescatamos y traducimos el artículo, con la finalidad de exponer una de las características del ente sionista llamado «Israel»: su esencia colonialista y abierta pretensión expansionista, que caracterizó al llamado «Sionismo» desde sus inicios como doctrina nacionalista extrema a fines del siglo XIX. Además, si bien es cierto la concreción de la idea de «un Estado para los judíos» se terminó realizando en las tierras de «Levante Mediterráneo», la ideología sionista proyectó la instalación del «Estado de Israel» en varias locaciones: la Patagonia de Argentina, Uganda (actual Kenia), la isla de Chipre, y la Península del Sinaí de Egipto.

En cuanto a la justificación de los territorios ocupados a partir de 1948, año en que las Naciones Unidas impusieron el otorgamiento de territorios palestinos para ser ocupados por el Estado de Israel, es importante señalar que si bien es cierto es una ocupación cubierta de un intento de legitimación por realidades y eventos históricos de hace más de 25 siglos atrás, y el habitual recurso a la Torá y otros textos de la religión judía, lo cierto es que la mayoría de los nuevos ocupantes de los territorios ocupados por Israel, son de procedencias variadas (europeas, norteamericanas, y de variadas partes del mundo) y sin más vinculación que el recurso justificatorio de tener ascendencia judía, y procesos de conversión al judaísmo muy posteriores a los tiempos de la «Judea» histórica (como los jázaros o los askenazis), e incluso conversiones mucho más recientes que sirven de pretexto para incorporarse al proyecto colonialista sionista.

Por su parte, a modo de contexto, señalar que The Jerusalem Post es un periódico israelí en lengua inglesa que en sus inicios fue un periódico progresista, pero experimentó un giro a la derecha política a finales de la década de 1980. Según su descripción en redes sociales, es «el de mayor venta del Estado judío». ​El periódico profesa estar en el centro político israelí,​ aunque actualmente se lo considera de derecha. Hace parte, por cierto, de la transversal adopción del sionismo en prácticamente todo el espectro político israelí.

Realizada esta introducción, compartimos íntegramente el texto publicado por «The Jersulam Post» (enlace de la nota borrada, acá):


¿Forma Líbano parte del territorio prometido a Israel?

Los versículos de la Torá transmiten profundos mensajes que podemos extraer con perspicacia para nuestra vida cotidiana. El rabino Shay Tahan, Rosh Kollel de Shaarei Ezra en Brooklyn, Nueva York, nos abre amablemente las puertas para comprenderlos.

El reciente conflicto del Líbano plantea la vieja cuestión de las fronteras septentrionales del Eretz Israel bíblico. ¿Dónde definió Hashem exactamente las fronteras, y estamos obligados a conquistar esas zonas? ¿Se aplican las mitzvot de terumah y ma’aser a esas tierras como parte de Eretz Yisrael, o se consideran fuera de las fronteras?

La Torá proporciona directrices claras sobre las zonas que se nos ordenó conquistar al tomar posesión de la tierra.

En la última generación, el término «Gran Israel» ha pasado a primer plano. A veces se utiliza en debates políticos o religiosos sobre las fronteras ideales o futuras de Israel, a menudo en el contexto de aspiraciones mesiánicas o sionistas. Algunos lo interpretan como un llamamiento al restablecimiento de las fronteras bíblicas de Israel. Sin embargo, el significado del concepto varía, desde interpretaciones simbólicas o espirituales hasta reivindicaciones geográficas literales.

Este término se refiere al concepto de las fronteras bíblicas de la Tierra de Israel prometidas al pueblo judío en diversas partes de la Torá. A menudo se asocia con la tierra descrita en el Pacto con Avraham (Brit Bein HaBetarim), que se extiende desde el «Río de Egipto» (interpretado por algunos como el Nilo o un río más pequeño en el Sinaí) hasta el río Perat. Esta extensa región incluye partes del actual Israel, Cisjordania, Gaza, Líbano, Siria, Jordania e Irak.

Cuando Hashem prometió a Avraham Avinu la Tierra de Israel en el Brit Bein HaBetarim, el pasuk dice (בראשית טז): «En ese día, Hashem hizo un pacto con Avram, diciendo: A tus descendientes les he dado esta tierra-desde el río de Egipto hasta el gran río, el Éufrates.»

En la bendición al final de Parshat Ekev, Hashem nos dice que se nos conceden todas las tierras que conquistemos dentro de las fronteras mencionadas. En el norte, la Torá dice: «Todo lugar que pise la planta de tu pie será tuyo: desde el desierto y el Líbano, desde el río -el río Éufrates- hasta que el mar occidental sea tu frontera». Esta promesa del Creador sitúa claramente la tierra del Líbano dentro de la Tierra Prometida de Israel, o lo que algunos denominan «la Tierra Completa de Israel», o «El gran Israel».

El Rambán escribió que el Líbano está dentro de las fronteras de Israel y añade que teníamos la obligación y la orden de conquistarlo.

El Sefer Iehoshúa comienza con Hashem hablando a Iehoshúa y repitiendo la orden anterior: «Todo lugar que pisará tu pie te ha sido dado, como hablé a Moshé-desde el desierto y el Líbano hasta el gran río, el Éufrates».

La tribu de Asher se asocia principalmente con regiones que incluyen partes del Líbano. Tras la conquista de la tierra bajo Yehoshua, las tribus establecieron sus territorios, con Asher extendiéndose a zonas adyacentes al Líbano. El texto describe la frontera de la Tribu de Asher, detallando secciones de fronteras y listas de ciudades, algunas de las cuales son ciudades fronterizas que marcan el límite de la tribu. Dentro de la herencia de la Tribu de Aser se encuentra el Valle de Acco, al norte del Monte Carmelo, con su punto más septentrional en la ciudad de Sidón.

La ampliación de la Tierra de Israel para incluir territorios adicionales, como en el concepto del «Gran Israel», tiene varias implicaciones halájicas potenciales. Éstas giran principalmente en torno a mandamientos que están vinculados específicamente a la tierra, conocidos como mitzvot hateluyot ba’aretz- (mitzvot dependientes de la tierra). Algunas implicaciones halájicas clave incluyen:

Mitzvot dependientes de la tierra: Ciertos mandamientos agrícolas sólo se aplican en la Tierra de Israel. Estos incluyen:

   – Shmitta (el año sabático en el que la tierra debe descansar cada siete años).

   – Terumot y Ma’aserot (diezmos dados a los Kohanim, Levitas y a los pobres).

 – Orlah (la prohibición de comer frutos de los árboles durante los tres primeros años de su crecimiento).

   Ampliar las fronteras de Israel significaría extender la obligación de observar estas mitzvot en los nuevos territorios incluidos.

Dos días de Yomtov: Hay una diferencia entre los que viven dentro de las fronteras de Israel, que observan un día de Yom Tov, y los que viven fuera, que observan dos días. En consecuencia, si la tierra se extendiera a las fronteras mayores de Israel, se aplicaría esta distinción. (Según la halajá que sigue el Ritva ריטב «א ר “ה יח, א; סוכה מג, א argumentando sobre el Rambam רמב ”ם הל’ קדוש החודש ה, ט-יב)

Habitantes y asentamiento: Según algunas opiniones, vivir en las fronteras bíblicas de Eretz Yisrael puede considerarse una mitzvá. Ampliar las fronteras de Israel podría extender la obligación de los judíos de asentarse y habitar esas zonas.

  Viajar fuera de la tierra: No se puede salir de los límites de Eretz Yisrael si se habita allí, excepto para estudiar Torá, casarse o para su sustento. Por lo tanto, pueden viajar a esos territorios adicionales si son conquistados.

Guerra y conquista: El concepto de miljemet mitzvah (una guerra ordenada) incluye la conquista de ciertos territorios que fueron prometidos en la Torá. Si se identifican nuevas tierras como parte de las fronteras bíblicas, puede haber discusiones halájicas sobre la obligación de conquistarlas y colonizarlas.

El río Perat, comúnmente identificado con el río Éufrates, está situado en Oriente Medio. Atraviesa varios países, como Turquía, Siria e Irak, antes de desembocar en el Golfo Pérsico. En contextos bíblicos, el río Éufrates se menciona a menudo como una frontera importante en las promesas hechas al pueblo judío sobre la Tierra de Israel.

Si uno mira un mapa, se asombrará de lo lejos que se extiende este río hacia el norte y de lo vasta que es realmente la Tierra de Israel. Aunque no podamos recuperarla toda en nuestro tiempo, seguro que Hashem nos la devolverá pronto.

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