Nuevos archivos desclasificados del asesinato de John Fitzgerald Kennedy tienden a confirmar la implicación de la CIA e Israel en la operación

El Gobierno de Donald Trump llevó a cabo ayer parte de uno de sus compromisos de campaña: desclasificar una serie de archivos secretos relativos a uno de los sucesos más controvertidos en la historia reciente estadounidense y mundial: el asesinato de John Fitzerald Kennedy, el 24 de noviembre de 1963. Se trata de 64.000 páginas de documentos que abordan la trama tras este hecho y otros sucesos relacionados de esa época. En estos archivos, destacan las abundantes referencias que implican en la operación al servicio de inteligencia de Israel, Mossad, y la CIA. Desde su rol como Presidente de Estados Unidos, JFK quería despojar a la CIA de su autonomía, obligar al mayor órgano de lobby israelí en Estados Unidos (American Israel Public Affairs Committee, AIPAC) a registrarse como agente extranjero, bloquear los proyectos nucleares de Israel, y desafiar el control de la Reserva Federal sobre la moneda estadounidense.
El gobierno de Trump también se ha comprometido a la desclasificación de archivos relativos al asesinato de Martin Luther King, sobre los hechos del 11 de septiembre de 2001, la lista de Jeffrey Epstein, y la pandemia del Coronavirus, compromisos de campaña que siguen pendientes pero que la administración Trump asegura que cumplirá. En esta ocasión, la develación toca a otros puntos y temas adicionales al asesinato de JFK o relacionados con su gobierno, como por ejemplo la conocida disputa con la Revolución cubana y el Gobierno de Cuba, o la injerencia estadounidense en la revuelta de Hungría de 1958.
- La develación de documentos de «Archivos Nacionales» de Estados Unidos, completa acá.
El asesinato de JFK, quien fuera presidente de Estados Unidos hasta el 22 de noviembre de 1963, es uno de los eventos más controvertidos en la opinión pública estadounidense. Con el correr de los años, existe una mayoría creciente de ciudadanos estadounidenses que no creen en la versión oficial entregada por la llamada «Comisión Warren», cuya explicación del asesinato contiene numerosas falencias y omisiones, entre otras, la necesidad de recurrir a una especie de «bala mágica» (o «teoría de una sola bala» como se le conoció también) que realiza una trayectoria inverosímil para todo estándar científico, y que permitiría eventualmente explicar cómo sólo 3 balas adjudicadas a disparos de Lee Harvey Oswald, el ex infante de marina estadounidense que fue a su vez asesinado el 24 de noviembre dos días de los sucesos que dieron muerte a John Firzgerald Kennedy, pudieron realizar los múltiples impactos en JFK y uno de sus acompañantes, el gobernador John Connally.

Las sospechas, más allá de quiénes efectivamente percutaron el resto de las balas que podrían dar una explicación más verosímil a los múltiples impactos existentes en Kennedy, Connally, y la limousine en que se desplazaba la comitiva presidencial, siempre han estado dirigidas hacia los servicios de inteligencia estadounidenses y los grandes intereses corporativos, militares y políticos que ostentan el poder en Estados Unidos más allá de todo control democrático y la supervisión de la ciudadanía. Pero las acusaciones y teorías que han apuntado directamente a la CIA o a servicios de inteligencia exteriores, en particular el israelí, han sido constantemente descalificadas como «teorías conspiranoicas», un menosprecio habitual en los sucesos más polémicos o controvertidos de la historia contemporánea estadounidense y mundial.
Sin embargo, en esta ocasión como en tantas otras ocasiones, esta nueva develación tiende a darle sustento y reafirmar las sospechas dirigidas especialmente a la CIA y a Israel, confirmando las teorías de «trabajo interno» o «inside job» como se le conoce en Estados Unidos a operaciones de falsa bandera y montaje.
¿Qué dicen esta nueva develación de documentos?
Entre las develaciones, se muestra en uno de los archivos desclasificados que la CIA ocultó la relación de James Jesus Angleton, jefe del Departamento de contrainteligencia de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) desde el año 1954 al 1975, con el Mossad, la principal agencia de inteligencia del ente sionista Israel.
Angleton habría conseguido con la operación de asesinato de JFK el bloquear la política de impedimento a que «Israel» adquiriera armas nucleares. Angleton más tarde fue elogiado por el jefe del Mossad, Meir Amit, como «el mayor sionista de todos».

En esta develación de documentos, salta a la vista la frecuente aparición de referencias a la entidad sionista «Israel» y a su servicio de inteligencia. En los documentos, aparecen señaladas todas las referencias a Israel como necesarias de censurar con el frecuente uso del «tachado».
En uno de los archivos se detalla: «A modo de antecedentes, el archivo de control se creó para darnos la oportunidad de supervisar de cerca nuestro enlace con Angleton en una variedad de asuntos de los que no se informaba a través de los canales normales de la CIA. Los directores de la CIA permitieron a Angleton dirigir varios proyectos de inteligencia, muchos de ellos con el Servicio de Inteligencia israelí. La CIA le concedió autoridad para gestionar estos proyectos e informar únicamente al Director de la CIA. Se le dio autoridad para difundir al FBI todos los asuntos de interés para nosotros.» (las negrillas son nuestras).

En los documentos también se devela que Angleton había ocultado documentos a la comisión de investigación sobre el asesinato del presidente Kennedy y poco antes de morir, Angleton declaró: «Cuanto mejor mintieras y más traicionaras, más probabilidades tendrías de ser ascendido. Lo único que tenían en común era el deseo de poder absoluto».
En esta divulgación de documentos antes clasificados como secretos, hay otras materias como la existencia de agentes y equipos de la CIA encubiertos en las embajadas como «servicio diplomático» estadounidense, y algunas operaciones en especial que han sido ya halladas, como la participación de la CIA en la sublevación en Hungría en 1958.
Las frecuentes referencias a Israel que se encontraban censuradas en los documentos
En muchos de los documentos aparecen frecuentes referencias a Israel adicionales a las antes mencionadas, como en las siguientes:


¿Por qué asesinaron a John Fitzgerald Kennedy?
El presidente Kennedy formaba parte del ala progresista del Partido Demócrata, y aunque compartía muchos de los intereses imperialistas de Estados Unidos, tenía en su programa de gobierno algunas líneas de acción que entraban en pugna con los intereses del «Estado Profundo» estadounidense.
Entre ellos, el poder militar, la CIA, los intereses financieros detrás de la Reserva Federal (el Banco Central de Estados Unidos), e Israel.
Conocida es la oposición de JFK al desarrollo del programa nuclear israelí:

«Nos preocupan los efectos perturbadores para la estabilidad mundial que acompañarían al desarrollo de una capacidad armamentística nuclear de Israel», afirmó JFK sobre el programa nuclear del ente sionista.
Recapitulando y resumiendo, puede decirse que JFK sostenía posiciones encontradas con poderosos intereses, por:
- Bloquear programa nuclear israelí,
- Intentar registrar AIPAC como entidad extranjera,
- Buscar reducir la autonomía de la CIA y reducir sus márgenes de acción,
- Emitir moneda fuera de la Reserva Federal (EO 11110),
- Oponerse a la Guerra de Vietnam.
La muerte de JFK benefició a Israel, la CIA, la Reserva Federal y los intereses del capital financiero detrás de ella, y al complejo militar industrial.
La Unión Soviética anticipó el asesinato y lo comunicó al Gobierno de EEUU:


Se confirman las operaciones de ataques biológicos y envenenamiento de alimentos contra Cuba y la Unión Soviética
Documentos confirman lo denunciado por décadas: planes para interrumpir el suministro de niquel cubano a la Unión Soviética, lo cual incluía ataques terroristas contra las industrias en Cuba, el empleo equipos de infiltración para actos de sabotajes, torpedos y minas.
Archivos revelan que la CIA saboteó los cultivos de Cuba con agentes biológicos bajo la Operación Mangosta. Los documentos confirman que se consideraron armas biológicas para un cambio de régimen, y la fumigación aérea como un posible método. Los agentes utilizaron toxinas sutiles para evitar ser detectados, asegurándose de que ningún rastro los condujera a Estados Unidos.


A continuación, un detallado con los enlaces a los documentos desclasificados:
Operaciones encubiertas de la CIA: Los registros del asesinato de Kennedy desvelan el secreto
Fuente: National Security Archive
Las operaciones clandestinas de la CIA son más amplias de lo que se sabía hasta ahora.
Documentos no expurgados de la CIA revelan nombres, agentes, países, gastos y operaciones. clandestinas de alto secreto en América Latina y otras partes del mundo.
Operaciones clandestinas de alto secreto en América Latina y otros lugares.
Después de 27 años, NARA publica los últimos fragmentos de los documentos desclasificados sobre JFK.
El Archivo de Seguridad Nacional elogia la Ley sobre los Archivos JFK que condujo a su publicación.
Washington D.C., 19 de marzo de 2025 – El día de la toma de posesión del presidente John F. Kennedy en enero de 1961, «el 47 por ciento de los oficiales políticos que servían en las embajadas de Estados Unidos eran CAS»-agentes de inteligencia que trabajaban bajo cobertura diplomática conocidos como Fuentes Americanas Controladas, informó el ayudante de la Casa Blanca, Arthur Schlesinger Jr. en un memorándum de Alto Secreto sobre la «Reorganización de la CIA». En la Embajada de Estados Unidos en París, 123 «diplomáticos» eran en realidad agentes encubiertos de la CIA; en Chile, 11 de los 13 «funcionarios políticos» de la Embajada eran agentes encubiertos de la CIA. «La CIA tiene hoy casi tanta gente bajo cobertura oficial en el extranjero como el [Departamento] de Estado -3900 a 3700», informó Schlesinger al presidente Kennedy. «Alrededor de 1500 de ellos están bajo cobertura del Departamento de Estado (los otros 2200 están presumiblemente bajo cobertura militar u otros oficiales no estatales)». (Documento 1)
El memorándum, desclasificado ayer por primera vez en su totalidad, forma parte de la publicación final de registros sobre el asesinato de Kennedy en virtud de la Ley de Recopilación de Registros del Asesinato de Kennedy de 1992. En cumplimiento de una directiva del presidente Trump del 23 de enero, los Archivos Nacionales liberaron 2.182 registros (63.400 páginas) en dos tramos en la noche del 18 de marzo y señalaron que se liberarían más a medida que se digitalizaran.
La nueva publicación incluye cientos de archivos de la CIA, así como documentos de la Casa Blanca y del Consejo de Seguridad Nacional relativos a operaciones encubiertas en el extranjero, especialmente en países latinoamericanos como Cuba y México, que forman parte de la historia del asesinato de Kennedy. La mayoría de estos documentos ya se habían hecho públicos anteriormente, pero con redacciones clave para proteger las fuentes y métodos de inteligencia y las operaciones encubiertas en el extranjero. Por primera vez, estos documentos sobre las operaciones encubiertas de la CIA se publican sin censura.
Entre las revelaciones se encuentran copias sin editar de:
- Un documento clave de la famosa serie «Joyas de la Familia» de la CIA que describe «ejemplos de actividades que exceden los estatutos de la CIA», incluida una operación de contraespionaje de la CIA contra la embajada francesa en Washington, D.C., que incluía «allanamiento de morada y sustracción de documentos del consulado francés» y los tratos del DCI John McCone con el Vaticano, incluidos el Papa Juan XXIII y el Papa Pablo VI, que «podrían y harían levantar cejas en algunos sectores.» (Documento 4)
- Informe del Inspector General de la CIA sobre el asesinato en 1961 de Rafael Trujillo, dictador de la República Dominicana, en el que se revelan los nombres de oficiales de la CIA y otras personas que colaboraron en el complot. (Documento 6)
- Una serie de resúmenes de las sesiones informativas del DCI John McCone a los miembros del Consejo Asesor Presidencial sobre Inteligencia Exterior (PFIAB) que proporcionan más detalles sobre los programas de acción política conocidos de la CIA y detalles hasta ahora desconocidos sobre «el apoyo financiero encubierto de la Agencia a partidos políticos en la lucha contra el comunismo» en todo el mundo. (Documento 2)
- Un informe del inspector general de la CIA sobre el funcionamiento de la estación de la CIA en Ciudad de México que proporciona una de las visiones más detalladas de cómo organiza la CIA sus operaciones sobre el terreno. (Documento 3)
- Una historia de las operaciones de la CIA en el hemisferio occidental que abarca el período 1946-1965, incluidos los gastos de las estaciones de la CIA en América Latina, y detalles sobre los pagos y las operaciones de influencia de la CIA en Bolivia para orquestar la elección del candidato que habían elegido, el General René Barrientos. (Documento 5)
«No cabe duda de que la Ley de Archivos JFK ha hecho avanzar el conocimiento público de las operaciones encubiertas de la CIA -a quién iban dirigidas, cómo se llevaban a cabo y quién las dirigía- más que ninguna otra desclasificación en la historia del acceso a la información», afirmó el analista principal del Archivo de Seguridad Nacional Peter Kornbluh, que ha estudiado las operaciones de la CIA durante décadas. «Sin esta ley y su aplicación durante los últimos 27 años, estos archivos operativos de la CIA probablemente habrían seguido siendo Top Secret para la eternidad».
La Ley de Archivos JFK
El Congreso aprobó la Ley JFK de 1992 a raíz del revuelo causado por la popular película conspiracionista de Oliver Stone, JFK. La película, protagonizada por Kevin Costner en el papel del fiscal del distrito de Nueva Orleans James Garrison, que montó un proceso fallido y conspirativo contra un empresario local por el asesinato de Kennedy, terminaba con la declaración de que más de cinco millones de páginas de registros sobre el asesinato seguían siendo secretas. «Las sospechas creadas por el secretismo del gobierno erosionaron la confianza en la veracidad de las agencias federales en general y dañaron su credibilidad», señaló el Assassination Records Review Board (ARRB) en su informe final. «Finalmente, frustrado por la falta de acceso y perturbado por las conclusiones de la película JFK de Oliver Stone, el Congreso aprobó la Ley de Recopilación de Registros del Asesinato del Presidente John F. Kennedy de 1992 (Ley JFK), que ordena la recopilación y apertura de todos los registros relacionados con la muerte del Presidente».
Tras la aprobación de la Ley JFK, el Archivo de Seguridad Nacional desempeñó un papel de asesoramiento a la junta de supervisión de cinco miembros y a su personal para establecer una definición amplia de documento «relacionado con el asesinato». La ARRB ordenó la publicación íntegra de miles de documentos relacionados no sólo con el crimen inmediato, sino sobre operaciones de espionaje y acción encubierta en Cuba y México, entre otros países, y sobre operaciones del FBI y la mafia. Hasta la fecha, los documentos han producido innumerables revelaciones sobre las historias operativas de la CIA y el FBI.

«La Junta de Revisión ha trabajado duro para obtener todos los registros relacionados con el asesinato del presidente Kennedy y para divulgar los registros en la mayor medida posible al pueblo estadounidense», escribieron los miembros de la Junta de Revisión de Registros de Asesinatos en una carta al presidente Clinton en septiembre de 1998, cuando entregaron su informe final. «Lo hemos hecho con la esperanza de que la publicación de estos registros arroje nueva luz probatoria sobre el asesinato del presidente Kennedy, enriquezca la comprensión histórica de ese trágico momento de la historia estadounidense y ayude a restaurar la confianza pública en la gestión gubernamental del asesinato y sus consecuencias».
El Archivo de Seguridad Nacional está empezando a clasificar este tesoro de nuevas revelaciones. Esté atento a este espacio para futuras publicaciones sobre las operaciones de la CIA y mucho más.
Fuente: National Security Archive