Cae Gobierno de Bashar Al Assad ante la arremetida de los grupos opositores encabezados por el islamismo wahabista de HTS, ISIS – Estado Islámico y el Frente Al Nusra (Al Qaeda)

En una arremetida y avance que no tuvo mayor resistencia tras la caída de Aleppo, los grupos islamistas vinculados a las facciones más reaccionarias del mundo islámico y árabe como Al Qaeda y su expresión siria Frente Al Nusra, el ISIS – Estado Islámico, Hayat Tahrir al-Sham (HTS) han tomado el control de Damasco y buena parte de las principales ciudades sirias, salvo la región costera donde están Tartús y Lataquia, donde además hay un puerto y base militar de la Federación Rusa. Cae el principal apoyo y vía de suministros a Hezbolah en el Líbano, queda aún más aislado pueblo de Palestina, peligros para Irán y Rusia. Triunfo para EEUU, la OTAN, Israel y Turquía (En desarrollo, ampliaremos).
En un movimiento bélico de alta velocidad que produjo la caída del Gobierno de Bashar Al Assad en pocos días tras la toma de Aleppo por parte de los grupos islamistas wahabistas apoyadas por Turquía y la OTAN, ha caído la capital Damasco, reduciendo su área de control sólo a la región ubicada en la costa del Mar Mediterráneo, con las ciudades de Tartús y Lataquia, zona donde se ubica la base militar y puerto de la Federación Rusa, desde donde, además de otras funciones geoestratégicas, Rusia viabilizaba el apoyo a sus aliados en África, fundamentalmente en los países del Sahel.
Por su parte, algunos medios y cuentas de redes sociales han informado el avance de las fuerzas israelíes en los Altos del Golán, en un movimiento que probablemente intente ir más allá de esta zona ocupada por Israel desde la Guerra de 1967.
Probablemente, esto también producirá alguna especie de «balcanización» de Siria, con, además, una zona de control para los Kurdos en la zona oriental del país.


De este modo, la caída del Gobierno de Bashar Al Assad significa un gran triunfo para el bando de los gobiernos y poderes de Estados Unidos, la OTAN, Turquía e Israel, y una dura derrota, cuyos alcances y permanencia estarán por verse, para el «Eje de la Resistencia», la Federación Rusa, los países impulsores del Multipolarismo de los BRICS, y los gobiernos y fuerzas panafricanistas encabezadas por los gobiernos del Sahel, esto es Burkina Faso, Níger y Malí.
Esto es Idlib, bastión de la "oposición siria" desde 2011, con banderas de Al Qaeda, ISIS, Al Nusra, HTS. Hoy celebranla caída del Gobierno de Siria 🇸🇾 de Bashar Al Assad, tras 14 años de guerra desde la falsamente llamada "primavera árabe". Terroristas ya controlan Damasco. (1/) pic.twitter.com/qoxYdi7exZ
— La Marejada 🌊 (@LaMarejada_Cl) December 8, 2024
Valga señalar que Muhammad al-Jawlani, líder del Hayat Tahrir al-Sham (HTS), como asimismo a varios de los cabecillas de las organizaciones y facciones que han tomado el poder, han sido anteriormente señaladas como grupos terroristas a pesar del notorio apoyo que les han dado las potencias occidentales. Aquí se ve la recompensa que ha ofrecido el Gobierno de Estados Unidos por Muhammad al-Jawlani:



En los últimos tiempos, una ola de publicaciones desde los medios dominantes en occidente han ideo mostrando un vuelco en la forma de presentar a estos grupos. En los últimos días, esta tendencia se ha intensificado, como muestra, entre otros tantos ejemplos, esta nota del medio británico «The Telegraph» (vinculado a la derecha conservadora del Reino Unido), en el que se presenta a estas tendencias «yijadistas» como «diversity-friendly» (amistosos con la diversidad):

Entretanto, Benjamin Netanyahu publicó un video celebrando desde los Altos del Golán la toma de Siria por parte de los terroristas de Al Qaeda, ISIS, y Hayat Tahrir al-Sham HTS a los que financia y apoya desde hace al menos el 2011. Además, el Primer Ministro israelí anuncia que rompe el Acuerdo de Retirada entre Israel y Siria de 1974. Además de romper el alto fuego, Israel vuelve a ocupar la linea púrpura de la ONU y el territorio sirio que ocupó durante la guerra de Yom Kippur de 1973.
En efecto, la caída del Gobierno de Bashar Al Assad es un extremadamente duro golpe para el denominado «Eje de la Resistencia» contra el colonialismo occidental y sionista en Asia Occidental. Entre otros efectos, produce el grave aislamiento de Hezbolllah en el Líbano, cuyas fuentes de apoyo y aprovisionamiento provenían en alta medida desde Irán, pasando por Iraq y Siria, lo cual produce, como consecuencia directa, el deterioro aún mayor de la situación del pueblo de Palestina.
Ampliaremos.
Ver conversación sobre la caída de Siria en manos del salafismo wahabista, entre Susana Khalil y Christian Nader:
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