12 de abril – Día Mundial de la Cosmonáutica por la hazaña del primer vuelo espacial de la historia por Yuri Gagarin y la URSS en 1961

Se cumplen 64 años de una hazaña humana histórica: el viaje del cosmonauta ruso Yuri Gagarin que le convirtió en el primer ser humano que vio con sus propios ojos la Tierra desde el espacio. Fue un 12 de abril de 1961 y fueron 108 minutos de vuelo a 327 kilómetros de altura, la considerada como frontera con el espacio exterior. La hazaña marcó un hito y colocó a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, en plena guerra fría, a la cabeza de la carrera espacial. En 1962, la URSS declaró oficialmente el 12 de abril como Día de la Cosmonáutica en honor a este logro.
Hijo de un carpintero y una lechera, Yuri Gagarin se convirtió, como también Valentina Teserhkova, primera mujer en el espacio, en un héroe e ícono de los logros del sistema soviético y de su disputa por la hegemonía mundial en el marco de la Guerra Fría y lo que llamó como «carrera espacial» entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
Durante su infancia pasó un año y medio bajo la ocupación nazi alemana, bajo la cual su casa fue destruida. Después de la escuela, ingreso a estudios en la Escuela Técnica de Sarátov, donde se unió a un club de vuelo y aprendió a pilotar aviones ligeros. Cuando fue reclutado en el Ejército, fue enviado a la Fuerza Aérea. Esto inició su carrera como aviador.
En 1955, ingresó a la Escuela de Aviación Militar de Orenburg, donde se graduó como piloto de combate. Habiendo acumulado 265 horas de vuelo, recibió la calificación de piloto militar de 3.ª clase y fue ascendido al rango de teniente mayor (ver Todo lo que deben saber sobre Yuri Gagarin, el primer humano en visitar el espacio, RT en español).
En 1960, fue seleccionado entre 3,000 candidatos para el programa espacial secreto de la URSS (junto a otros 19, incluido Gherman Titov, el suplente de Gagarin en la Vostok 1). Su baja estatura (1.57 m) y su excelente condición física fueron clave para ser elegido, ya que la cápsula Vostok era muy pequeña.
La misión fue totalmente automatizada, ya que los médicos no sabían cómo afectaría el espacio a un ser humano. Gagarin solo tenía un código para tomar el control en caso de emergencia, cosa que no sucediço. Aterrizó en paracaídas cerca del río Volga.
Durante el vuelo, reportó: «La Tierra es azul… ¡Qué maravillosa!». Tras aterrizar declaró: «Tras volar alrededor de la Tierra en una nave espacial, vi lo hermoso que es nuestro planeta. ¡Conservemos y aumentemos esta belleza, no la destruyamos!”.
En 1962, grabó una recordada alocución pública, la cual fue restaurada y republicada por el medio ruso RT:
Tras su hazaña, Gagarin se volvió una celebridad global y realizó giras por más de 30 países, incluyendo Cuba, Brasil y Reino Unido. Fue condecorado como Héroe de la Unión Soviética y ascendido a coronel.

El 27 de marzo de 1968, Gagarin murió en un accidente aéreo mientras pilotaba un MiG-15 durante un entrenamiento de rutina. Las causas exactas siguen siendo controvertidas: algunos teorizan un error humano, fallos técnicos o incluso un choque con un globo meteorológico. Fue enterrado con honores de Estado en el Muro del Kremlin, Moscú.



En 2011, la ONU proclamó el 12 de abril como el Día Internacional de los Vuelos Espaciales Tripulados, en honor al vuelo de Gagarin. También coincide con el lanzamiento del primer transbordador espacial de la NASA (Columbia, 12 de abril de 1981).

Discurso de Yuri Gagarin antes de emprender el primer vuelo espacial de la historia
¡Queridos amigos, familiares y extraños, compatriotas, gente de todos los países y continentes!
En unos minutos, una poderosa nave espacial me llevará a las lejanas extensiones del universo. ¿Qué les puedo contar en estos últimos minutos antes del inicio? Mi vida entera me parece ahora como un hermoso momento. Todo lo que se ha vivido, que se ha hecho antes, se ha vivido y hecho por el bien de este momento. Entiende, es difícil ordenar los sentimientos ahora, cuando la hora de la prueba, para la que nos hemos estado preparando durante mucho tiempo y con pasión, está muy cerca. No vale la pena hablar de las sensaciones que experimenté cuando me ofrecieron hacer este primer vuelo de la historia. ¿Alegría? No, no era sólo alegría. ¿Orgullo? No, no era sólo orgullo. Experimenté una gran felicidad. Ser el primero en el espacio, entrar uno contra uno en un duelo sin precedentes con la naturaleza, ¿es posible soñar con más?
Pero después de eso, pensé en la colosal responsabilidad que recaía sobre mí. El primero en lograr lo que generaciones de personas han soñado, el primero en allanar el camino de la humanidad al espacio… Nómbrame una tarea que sea más difícil que la que me tocó a mí. Esta es una responsabilidad no para uno, ni para docenas de personas, ni para el equipo. Esta es una responsabilidad para todo el pueblo soviético, para toda la humanidad, para su presente y futuro. Y si, sin embargo, me decido por este vuelo, es solo porque soy comunista, porque tengo detrás de mí ejemplos del heroísmo sin igual de mis compatriotas: el pueblo soviético. Sé que reuniré toda mi voluntad para hacer el mejor trabajo. Comprendiendo la responsabilidad de la tarea, haré todo lo que esté a mi alcance para cumplir la tarea del Partido Comunista y del pueblo soviético.
¿Soy feliz yendo al espacio? Por supuesto, feliz. Después de todo, en todos los tiempos y épocas fue la mayor felicidad para las personas participar en nuevos descubrimientos.
Me gustaría dedicar este primer vuelo espacial a la gente del comunismo, una sociedad en la que nuestro pueblo soviético ya está entrando y en la que, estoy seguro, entrará toda la gente de la tierra.
Quedan pocos minutos para el comienzo. Os digo, queridos amigos, adiós, como siempre se dice la gente que emprende un largo viaje. ¡Cómo quisiera abrazaros a todos, familiares y desconocidos, lejanos y cercanos!
¡Nos vemos pronto!