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Principales gobiernos de Europa se alinean con Zelensky y por la continuidad de la Guerra en Ucrania y se nombran como «Coalición de los Dispuestos» tal como el grupo de invasión de Iraq en el 2003

Como estaba agendado desde antes, tras su visita a Donald Trump en Washington D.C., Volodimir Zelensky viajó a Londres para encontrarse con una cumbre de jefes de gobiernos de la Unión Europea, más el Reino Unido y Canadá, en una iniciativa impulsada y organizada por el Primer Ministro británico, Kein Starmer. En la instancia, los gobiernos europeos se comprometieron a la continuidad del apoyo militar y financiero al régimen de Zelensky y sus debilitadas fuerzas armadas. Bajo la idea de que «Rusia no puede dictar las normas de una paz justa y duradera», los gobiernos de Europa manifiestan su ruptura relativa con la línea tomada por el Gobierno de Estados Unidos con Trump, sumando un elemento más para la puesta en duda de la continuidad de la existencia de la OTAN.

Los gobiernos europeos le pusieron «Coalición de los Dispuestos» a la alianza, citando el nombre que se le puso en el 2003 al grupo de países que invadieron Iraq con la falsa excusa de las «armas de destrucción masiva». En la reunión, estuvo también el Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, y el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau. Sin embargo, no estuvieron presentes una buena cantidad de mandatarios de países de la Unión Europea (27 en total), y de la OTAN (no concurrieron los países bálticos).

En esta ocasión, en cambio, se da en un contexto de notoria derrota de la OTAN en la guerra contra Rusia en territorios ucranianos y rusos, y con un avance día a día de las líneas rusas en detrimento de posiciones ucranianas cada vez más desprotegidas. En el terreno geopolítico, geoeconómico y de las relaciones internacionales, la Federación Rusa está muy lejos de estar arrinconada como lo estaba Iraq, su economía ha logrado resistir y superar los obstáculos impuestos por las medidas coercitivas unilaterales o «sanciones» tomadas por los países OTAN desde el 2014, su posición internacional junto a la República Popular China y los BRICS asoma como una nueva hegemonía de escala mundial de tipo multipolar y colocando en retroceso al mundo unipolar dominado por occidente.

Incluso en el terreno de las narrativas acerca del conflicto y la posición de los actores en disputa, y a pesar de la poderosa máquina propagandística y mediática de Estados Unidos y occidente, de las censuras y silenciamientos de las voces críticas, existen descontentos y fisuras en la opinión de los pueblos sobre el conflicto y la conducción política y militar de la OTAN y los gobiernos que la conforman.

El multimillonario gasto militar que se anuncia por los gobiernos europeos pone además serias interrogantes acerca del presente y futuro de la economía europea, ya muy deteriorada y con serios y crecientes problemas sociales y problemas políticos e institucionales en proceso de agravamiento. Para mencionar sólo episodios de los últimos días, la bullante situación por la elección presidencial en Rumania, las multitudinarias protestas en Grecia y Serbia, muestran la debilitada posición pública de la mayoría de los gobiernos que conforman la conducción de la Unión Europa.

Además, existe discrepancia acerca de los términos más específicos sobre las modalidades y forma de la colaboración y ayuda militar al régimen de Kiev en circunstancias que su situación en el frente militar es cada día más frágil y cercana al colapso.

En tal contexto, la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen ha presentado un “plan de rearme de Europa” de cinco puntos que presentará este jueves a los líderes de la UE y con el que pretende que se movilicen 800.000 millones de euros con ese fin, decisión comunicada con una lectura de la propia Ursula von der Leyen en una declaración sin preguntas a los medios de comunicación. Esta propuesta contempla algunas de las medidas que ya había adelantado, como la flexibilización de la disciplina fiscal, y añade algunas nuevas como la posibilidad de que los estados miembros desvíen fondos destinados a la «cohesión social» hacia el gasto militar.

De hecho, además, el frágil acuerdo entre los gobiernos europeos ya tiene sus primeros descuelgues, pues la Primer Ministro de Italia, Giorgia Meloni se ha desmarcado de un eventual envío de tropas italianas en una extensa comparecencia en la cumbre CPAC en Estados Unidos hace una semana: «¡Pueden ir, pero no con mis soldados!«.

Las reacciones de los mercados, de Trump y de Rusia

Junto con la cumbre, Zelensky y los gobiernos europeos salieron a desplegar la poderosa y omnipresente red de medios de comunicación para continuar con la demonización de Trump y de Rusia, y producir el consentimiento social a favor de las indefinidas ideas que se acordaron en la cumbre en Londres.

En ese marco, ayer Zelensky en entrevista ante Asociated Press, señaló que «el fin de la guerra está lejos, muy lejos». A su vez, los mercados respondieron rápidamente a los anuncios, subiendo con creces las acciones de las industrias militares europeas.

Ante este escenario, Trump respondió en su red social «Truth»: «Esta es la peor declaración que podría haber hecho Zelenskyy, ¡y América no lo aguantará por mucho más tiempo! Es lo que yo decía, este tipo no quiere que haya Paz mientras tenga el respaldo de Estados Unidos y, Europa, en la reunión que tuvo con Zelenskyy, declaró rotundamente que no pueden hacer el trabajo sin Estados Unidos. Probablemente no fue una gran declaración la que se hizo en términos de demostración de fuerza contra Rusia. ¿En qué están pensando?»

Zelensky, a las pocas horas, contestó en una respuesta que da cuenta de un posible retroceso en su posición defendida estos días:

«Quisiera reiterar el compromiso de Ucrania con la paz. Ninguno de nosotros quiere una guerra interminable. Ucrania está dispuesta a sentarse a la mesa de negociaciones lo antes posible para acercar una paz duradera. Nadie desea la paz más que los ucranianos. Mi equipo y yo estamos dispuestos a trabajar bajo el firme liderazgo del presidente Trump para lograr una paz duradera. Estamos dispuestos a trabajar con rapidez para poner fin a la guerra, y las primeras etapas podrían ser la liberación de prisioneros y una tregua en el cielo (prohibición de misiles, drones de largo alcance, bombas en la infraestructura energética y otras infraestructuras civiles) y una tregua en el mar de inmediato, si Rusia hace lo mismo. Después queremos avanzar muy rápidamente en todas las etapas siguientes y trabajar con los EE.UU. para llegar a un acuerdo final sólido. Valoramos mucho lo que Estados Unidos ha hecho para ayudar a Ucrania a mantener su soberanía e independencia. Y recordamos el momento en que las cosas cambiaron cuando el presidente Trump le proporcionó a Ucrania los misiles Javelins. Estamos agradecidos por ello. Nuestra reunión en Washington, en la Casa Blanca, el viernes, no salió como se esperaba. Es lamentable que haya sucedido así. Es hora de corregir las cosas. Nos gustaría que la cooperación y la comunicación futuras fueran constructivas. En cuanto al acuerdo sobre minerales y seguridad, Ucrania está dispuesta a firmarlo en cualquier momento y en cualquier formato que le resulte conveniente. Consideramos que este acuerdo es un paso hacia una mayor seguridad y garantías de seguridad sólidas, y espero sinceramente que funcione de manera eficaz”


Ver también:

Ezequiel Bistoletti y Fernando Moragón en programa «Demoliendo Mitos de la Política»:

Programa Ahí les va sobre el escándaloso espectáculo de Zelensky y Trump en el Salón Oval de la Casa Blanca y la cumbre europea (RT en español):

Los señores de la guerra se reúnen en Londres, Geoestrategia.eu.


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