Faris Odeh, el joven palestino mártir de 14 años que en la Segunda Intifada se inmortalizó con una imagen icónica de la Resistencia Palestina
Hace 24 años, el 29 de octubre de 2000, el joven adolescente palestino Faris Odeh, de 14 años, se paró solo frente a un tanque israelí en Gaza y le arrojó piedras durante la Segunda Intifada, en el año 2000. Su imagen fue registrada en forografías y videos que quedaron para la historia como un símbolo de la Resistencia Palestina. Diez días después, las FDI del ente sionista le dispararon en el cuello y lo asesinaron, el 8 de noviembre. Se convirtió en un símbolo de la resistencia palestina.
El joven, de nombre completo Faris Fayek Issa Hamdan Odeh, (3 de diciembre de 1985 – 8 de noviembre de 2000) nació y vivió en la Franja de Gaza ocupada por Israel, haciéndose mundialmente conocido por la icónica fotografía tomada por el fotógrafo Laurent Rebourns, para la agencia Asociated Press. En ella se ve al joven menor de edad arrojando una piedra a un tanque Merkava durante la Segunda Intifada, iniciada el 28 septiembre 2000 y cuya fecha de término se señala en el 8 de febrero de 2005. En noviembre del 2000, fue asesinado por tropas israelíes cerca del cruce de Karni mientras lanzaban piedras.
La participación del joven en la Segunda Intifada había comenzado desde sus inicios, cuando se desató la Intifada de Al-Aqsa en septiembre de 2000. Allí, Odeh, habitante de la Franja de Gaza, comenzó a faltar a la escuela para participar en la acción, ya sea en el cruce de Karni.
Por informaciones posteriores, se sabe que Odeh había dejado de asistir a la escuela, y profesores le avisaron a familia. El padre de Odeh intentó detener la participación de su hijo en las acciones de resistencia, e incluso en una ocasión lo amarró dada la dificultad por evitar que el joven se arrancara hacia los lugares de enfrentamiento con las fuerzas sionistas.
«Debo haber salido a buscarlo 50 veces», dijo en el periódico The Washington Post. «Un día salí tres veces. A veces me sentaba a almorzar y antes de que pudiera dar el primer bocado a mi boca venían unos niños y me decían que Faris estaba otra vez en Karni, tirando piedras. Y yo. Dejaría caer mi tenedor y saldría corriendo a buscarlo».5
En una nota dada a periodista del The Washington Post, la madre dio detalles de esas semanas y las ideas de su hijo: «No era la fama lo que buscaba (…) De hecho, tenía miedo de que si lo filmaban en la televisión su padre lo viera, así que huía de las cámaras. Un día, después de que yo fui y lo arrastré fuera de los enfrentamientos todos los días durante una semana. , Le dije: ‘Está bien, ¿quieres tirar piedras? Bien. Pero al menos escóndete detrás de algo. ¿Por qué tienes que estar al frente, incluso más arriba que los niños mayores?’ Y él dijo: ‘No tengo miedo’».