Cancillería de Boric emite condolencias por la fallecida Madeleine Albright, quien justificó la invasión de Iraq y muerte de medio millón de niños
Madeleine Albright fue Embajadora de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas entre 1993 y 1997, pasando luego a ser Secretaria de Estado hasta el año 2001. Es decir, estuvo en el alto mando político del Gobierno de Estados Unidos por casi una década, años que estuvieron marcados por la Guerra en Iraq.
Como es sabido, esta guerra y la posterior ocupación estadounidense tuvo enormes consecuencias humanitarias en territorio iraquí, siendo incalculables las cantidades de muertes y sufrimiento que produjo. Pero ya en 1995, una investigación de la propia prensa estadounidense calculó las muertes de niñas y niños, en aproximadamente medio millón.
En ese contexto, una periodista le preguntó a Madeleine Albright, entonces Embajadora de Estados Unidos ante la ONU, si justificaba los costos en vidas que había tenido la operación, en los siguientes términos:
– «Hemos escuchado que han muerto medio millón de niños. Quiero decir, han muerto más niños que en Hiroshima. Y sabe, ¿vale la pena el precio?»
– Madeleine Albright contestó: «Creo que es una elección muy difícil, pero creemos que el precio valió la pena».
Y un contexto mayor:
A pesar de tales graves antecedentes, por el paso de Albright por tan altos cargos en un gobierno que durante sus años cometió crímenes que sin exagerar pueden ser catalogados de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, mantenidos en impunidad sólo por el poder geopolítico de su país, la Cancillería chilena del Gobierno de Gabriel Boric, encabezada por Antonia Urrejola, emitió condolencias ante el «sensible fallecimiento» de esta alta personera imperial.
Ante tal pronunciamiento, queda la pregunta: En qué quedamos en lo de defender los Derechos Humanos, y «condenar la violencia venga de donde venga»?