Informe de la USAID reconoce que operación de supuesta «ayuda humanitaria» a Venezuela no se ajustó a principios humanitarios de neutralidad, imparcialidad y necesidad
En un recientemente publicado informe oficial de auditoría de la USAID, la «Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional» del Gobierno de Estados Unidos, la oficina gubernamental encargada de las operaciones humanitarias del Estado estadounidense, se ha hecho un reconocimiento explícito de que las operaciones realizadas hacia Venezuela en los primeros meses del 2019, no cumplieron con los estándares de neutralidad e imparcialidad requeridos para las operaciones de ayuda humanitaria, ni se ciñeron a los propios criterios y normas de actuación de la agencia, haciendo un reconocimiento velado de su carácter político e intervencionista.
El informe de 30 páginas, titulado de una manera que parte reconociendo las irregularidades de las operaciones con la frase «Procesos y requerimientos de implementación mejorados son necesarios para abordar los desafíos y riesgos de fraude en la respuesta de USAID a Venezuela» («Enhanced Processes and Implementer Requirements Are Needed To Address Challenges and Fraud Risks in USAID’s Venezuela Response»), detalla una serie de situaciones que confirman las críticas y denuncias que se hicieron en su momento por parte del Gobierno de Venezuela y otras organizaciones e instancias independientes, en el sentido de apuntar a la falta de ajuste de las operaciones ejecutadas por parte del Gobierno de Estados Unidos, entre ellas mediante la USAID, a los principios y normas que rigen las acciones de ayuda humanitaria.
En particular, el informe realiza un detallado recuento de las acciones de la USAID y su Oficina de Asistencia para Desastres en el Extranjero («Office of Foreign Disaster Assistance», OFDA), y su Oficina Alimento para la Paz («Office Food For Peace», FFP). En sus páginas 7 y 8 detalla estas situaciones, que por su elocuencia, pasamos a traducir y reproducir de manera íntegra (documento completo, disponible en inglés, acá):
«La OFDA y el FFP tuvieron dificultades para aplicar las directrices de la Oficina del Administrador [de la USAID] porque se comunicaban principalmente de forma verbal a través de reuniones. Las directrices verbales no establecían una responsabilidad clara ni proporcionaban justificación para la toma de decisiones. La OFDA y la FFP solicitaron a la Oficina del Administrador que emitiera directrices por escrito para documentar la responsabilidad y la justificación de la toma de decisiones. En consecuencia, el Administrador envió una carta al Administrador Adjunto Superior de DCHA el 8 de febrero de 2019, enfatizando el apoyo al Gobierno Provisional como una alta prioridad para el Gobierno de los Estados Unidos Estados Unidos y ordenando a la OFDA y al FFP que posicionen de antemano productos humanitarios productos básicos humanitarios en las inmediaciones de Venezuela.
La orden de la Oficina del Administrador [de la USAID] de proporcionar suministros humanitarios no se basó en conocimientos técnicos ni se ajustó plenamente a los principios humanitarios de neutralidad e independencia y de basarse en evaluaciones de las necesidades. La orden también aumentó los riesgos financieros y de seguridad a través de las siguientes acciones:
– La OFDA y el FFP gastaron aproximadamente 2 millones de dólares en comprar y transportar 368 toneladas de productos humanitarios a la frontera entre Colombia y Venezuela y Curazao desde febrero de 2019 hasta abril de 2019. En agosto de 2019, solo se entregaron 8 toneladas de productos básicos a Venezuela, y las 360 toneladas restantes fueron distribuidas dentro de Colombia o enviadas a Somalía. No todos estos suministros humanitarios fueron proporcionados sobre la base de evaluaciones de necesidades. Por ejemplo, los productos transportados incluían alimentos suplementarios listos para usar que la OFDA y el FFP ya habían determinado que eran innecesarios, porque el estado nutricional de los niños venezolanos no justificaba su uso en ese momento.
– La OFDA y el FFP transportaron aproximadamente 115 toneladas métricas de productos básicos desde los Estados Unidos a la frontera entre Colombia y Venezuela a través del Departamento de Defensa en febrero y marzo de 2019. Los funcionarios de la OFDA y de la Oficina de Adquisiciones y Asistencia afirmaron que el uso de aviones militares no estaba justificado por las necesidades operativas, ya que el transporte comercial estaba disponible y era menos costoso.
– El administrador firmó un acuerdo de subvención en especies con el presidente interino Guaidó el 21 de febrero de 2019, para proporcionar 334.000 dólares de suministros humanitarios para su transporte desde Cúcuta, Colombia, hacia Venezuela. El 23 de febrero, 2019, los camiones que transportaban estos productos fueron detenidos violentamente en la frontera por las fuerzas de seguridad venezolanas controladas por Maduro, lo que provocó lesiones a civiles y la destrucción de aproximadamente 34.000 dólares de los de USAID. En respuesta al intento de entrega de productos humanitarios de USAID a Venezuela, el régimen de Maduro cerró la frontera de Venezuela con Colombia en febrero de 2019. Esto contribuyó a un entorno tenso para la asistencia humanitaria financiada por el Gobierno de Estados Unidos o asociada a él, ya que el régimen de Maduro rechazó públicamente los productos básicos proporcionados e inició medidas de seguridad en Venezuela».
Hasta ahí al cita del informe. En su última parte, referida al escenario de enfrentamientos que hubo en la frontera colombo-venezolana en febrero de 2019, el informe de auditoría de la USAID simplemente miente: Es de conocimiento público que la destrucción de los camiones con ayuda humanitaria fueron provocados por los propios «guarimberos» opositores que intentaron el ingreso violento desde Cúcuta hacia territorio venezolano (Ver «Opositores venezolanos hacen barricadas y queman camiones de supuesta «ayuda humanitaria» en Puente fronterizo»), cuestión que incluso tuvo que ser reconocido por la prensa estadounidense, tras semanas de difundir el relato de inculpar a las fuerzas policiales venezolanas (Ver «Tras 14 días, New York Times reconoce montaje mediático sobre la falsa «ayuda humanitaria» a Venezuela»).
Como señalamos en varias notas sobre la materia desde Revista DeFrente, se trataba de un nuevo caso de utilización del discurso de las «ayudas humanitarias» y los derechos humanos, con fines injerencistas e intervencionistas (Ver «La «ayuda humanitaria» y los Derechos Humanos como estrategia injerencista e imperial», o «Así funciona el millonario negocio de la ayuda humanitaria de Venezuela». Por Fania Rodrigues).
De hecho, la USAID ha sido una de las vías con las que el Gobierno de Estados Unidos ha dado apoyo directo al llamado «Gobierno encargado» encabezado por Juan Guaidó («Usaid dará $ 1,8 millones a proyectos que beneficien a venezolanos», El Venezolano News). Como han denunciado incluso medios de derechas y de la más férrea oposición al Gobierno de Venezuela, como PanamPost, una gran parte de estos recursos han terminado extraviados en la red de operadores y dirigencias opositoras venezolanas («Enviados de Guaidó se apropian de fondos para ayuda humanitaria en Colombia»).