Historia MundialImperialismoMundo

24 de marzo de 1999: la OTAN inicia el bombardeo contra Yugoslavia que culmina con la desintegración del país y la creación del enclave Otanista en Kosovo

El 24 de marzo de 1999, Estados Unidos y la OTAN comenzaban su bombardeo y agresión imperialista contra Yugoslavia, masacrando a más de 3.000 personas y 10.000 más resultarían heridas, la mayoria civiles. Más de 22 mil toneladas de bombas y 420 mil misiles fueron lanzados por los cazas otanistas contra el pueblo de Yugoslavia, lanzando unas 50 mil bombas con entre ellas varias miles con uranio empobrecido sobre los civiles yugoslavos, provocando 5.500 casos de cáncer por millón de habitantes en los años posteriores, con numerosos problemas de salud hasta hoy. El trasfondo de la operación era la desintegración de Yugoslavia, un avance más en el control geopolítico de Europa del Este por medio de la OTAN, estableciendo un enclave y enorme base militar en Kosovo, y el saqueo de recursos de los territorios de lo que comenzaría a ser la «ex Yugoslavia».


La campaña de bombardeos de la OTAN sobre Yugoslavia comenzó un 24 de marzo de 1999. Se extendieron durante 78 días y se arrojaron 9.160 toneladas de bombas. Entre 10 y 45 de aquellas toneladas contenían uranio empobrecido cuyos efectos sobre el medio ambiente y la salud de quienes se vieron expuestos son difíciles de evaluar y prosiguen hasta hoy. La operación sobre Belgrado, Priština, Novi Sad y Podgorica – además de bases militares contempló múltiples objetivos civiles, como los estudios de la Radio Televisión Serbia en los que murieron 16 personas, y miles de viviendas fueron atacadas. Las sedes del Partido Socialista, de sedes comunitarias e infraestructura civil (hospitales, escuelas), e incluso la Embajada de China sufrieron bombardeos.

El origen declarado por la OTAN de aquella operación sin precedentes era evitar una supuesta limpieza étnica en la provincia de Kosovo y Metohija, para la que las autoridades militares yugoslavas supuestamente habían diseñado en un plan llamado ‘herradura’, tras un incidente poco claro que acabó pasando a la historia como ‘la masacre de Račak’ (ver sobre esto: «La OTAN y la masacre inventada para destruir Yugoslavia», por Oleg Havich).

La existencia de este plan, sin embargo, ha sido repetidamente cuestionada y también la autoría de la propia ‘masacre de Račak’, como tantos otros argumentos presentados por los Estados de la OTAN para justificar su intervención y recogidos en un documental de la televisión alemana WDR del año 2000 titulado, significativamente «Comenzó con una mentira» («Es begann mit einer Lüge»).

De acuerdo con el relato de la OTAN, la negativa del Gobierno yugoslavo a firmar los acuerdos de Rambouillet no dejó otra opción que la intervención, ya que Slobodan Milošević y su gobierno “no entendían otro lenguaje que el de la fuerza”. Hoy se sabe que aquellos acuerdos probablemente estuvieron redactados para ser rechazados por las autoridades yugoslavas, ya que exigían, por ejemplo, la presencia de un contingente de 30.000 soldados de la OTAN en su territorio a los que Belgrado debía garantizar el permiso de tránsito y plena inmunidad. “Fue una provocación, una excusa para comenzar el bombardeo […] fue un documento que nunca tendría que haberse presentado en aquella forma”, declaró años después Henry Kissinger en The Daily Telegraph.

Con sus bombardeos masivos, la OTAN destruyó al menos 40 mil viviendas, unas 300 escuelas y 20 hospitales. Sin embargo, la OTAN y Estados Unidos los presentaron como una «intervención humanitaria».

El trasfondo de la operación era la desintegración de Yugoslavia, un avance más en el control geopolítico de Europa del Este por medio de la OTAN, estableciendo un enclave y enorme base militar en Kosovo, y el saqueo de recursos de los territorios de lo que comenzaría a ser la «ex Yugoslavia».

A pesar de estos brutales crímenes de lesa humanidad, como los bombardeos con uranio empobrecido contra civiles, los líderes de la OTAN en aquella época como el Secretario General Javier Solana (militante del PSOE español), jamás fueron juzgados y todos quedaron impunes, imponiéndose sólo juicios ante una de las partes del conflicto bélico ante un Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia con múltiples y fundadas acusaciones de sesgo e impunidad.

Entre los tantos crímenes más brutales de la OTAN en Yugoslavia, estuvo el bombardeo al tren de pasajeros número 393 en Grdelica, donde los cazas F-15 de EEUU lanzaron hasta 4 misiles a un vagón lleno de civiles, masacrando a 55 personas.

EEUU y la OTAN declararon al mundo que solo eran «daños colaterales», cuando realmente lanzaron el primer misil y viendo que eran civiles, lanzaron otros tres más. La Organización de Naciones Unidas mantuvieron una total pasividad, y las propuestas de resolución que detuviese la masacre fueron bloquedas en el Consejo de Seguridad por los miembros de la OTAN allí con derecho a veto (Estados Unidos, Reino Unido, Francia).

El bombardeo de la OTAN contra la ciudad de Nis, tampoco se queda atrás, los cazas de los imperialistas bombardearon con bombas de racimo el centro de la ciudad en pleno día y causando al menos 15 muertos y 70 heridos.

Algunas masacres más del genocidio de la OTAN en Yugoslavia en 2 meses de bombardeos y ataques indiscriminados:

  • 5 de abril: Una bomba guiada por láser lanzada por la OTAN provoca 17 civiles muertos en el bombardeo de la ciudad minera de Aleksinac (Serbia, 200 kilómetros al sur de Belgrado).
  • 14 de abril: La OTAN bombardeó una caravana de refugiados en la región de Djakovica provocando 75 muertos. Los imperialistas dijeron que pensaban que se trataba de una caravana de vehículos militares.
  • 28 de abril de 1999: La OTAN mató a 20 civiles en Surdulica (250 kilómetros al sur de Belgrado), sus proyectiles cayeron en zonas residenciales de la ciudad.
  • 13 de mayo 1999: 87 civiles murieron en Korisa al bombardear un campamento que según la CIA era objetivo militar pero luego resultó que no.
  • 21 de mayo de 1999: Al menos 19 personas murieron tras el bombardeo de la OTAN a la cárcel de Istok, donde había presos de guerra yugoslavos.
  • 30 de mayo de 1999: 11 civiles muertos y 40 heridos tras el bombardeo de la OTAN del puente de Varvarin (160 kilómetros al sur de Belgrado).
  • 1 de junio: 20 ancianos y 1 enfermera asesinados tras el bombardeo de la OTAN un geriátrico en un suburbio de Belgrado, además hirieron a 8 ancianos más.

Tras masacrar Yugoslavia, junto al grupo terrorista kosovar UÇK, Estados Unidos pudo hacer realidad algunos de sus objetivos geopolíticos, como establecer su mayor base militar de todo el planeta y crear un Estado títere en Kosovo, el cual fue y es hasta hoy un país con abundante crimen organizado, trata de personas, y narcotráfico.

La base militar «Camp Bondsteel» construida en Kosovo, es el mayor centro de operaciones de EEUU en espionaje, propaganda y organización de golpes de estado en Asia Occidental – Oriente Medio y en todo el mundo, con más de 7.000 soldados y 55 helicópteros en su interior, ocupando más de 1000 hectáreas anteriormente de cultivo agrícola para construirla, con al menos 300 edificios y 25 kilómetros de carretera en su interior (y 84 kilómetros de valla rodeándola).

A la misma vez que llegó EEUU, Kosovo se convirtió en el mayor agujero de mafias y captación de yihadistas del mundo, el centro neurálgico desde donde capitalistas, mafias y «señores de la guerra», dirigen el narcotráfico, vientres de alquiler y prostitución, además de la venta de armas e incluso tráfico de órganos del sur de Europa y Asia Occidental.

Un pequeño extracto de un documental donde se refleja en lo que EEUU convirtió al narcoestado de Kosovo, con banderas de EEUU en cada esquina, con estatuas en honor a Clinton e incluso una Estatua de la Libertad replicada:

En el marco de esta operación de guerra y encubrimiento del genocidio de la OTAN en Yugoslavia, tampoco debe omitirse el rol de la prensa corporativa occidental, como la revista Time, jaleando la masacre con portadas belicistas de «Poner a los serbios de rodillas. Un masivo ataque de bombardeo abre la puerta a la paz» mientras miles de civiles eran masacrados.

«Poniendo a los Serbios de rodillas. Un masivo ataque de bombardeo abre la puerta a la paz». Portada de la Revista Time.

Imagen con los rostros de parte de los cientos de niños asesinados por la OTAN en los 78 días de bombardeos sobre Yugoslavia en 1999:


Fuentes:

La mentira de Kosovo en Alemania, de Rafael Poch, en CTXT (España).


Ver también:

Documental ЗАШТО? ¿Por qué?:

Documental «Comenzó con una mentira» (televisión alemana):


Notas del canal «Data Urgente» de Sebastián Salgado desde Serbia y desde Kosovo:

Nota anterior

«La OTAN y la masacre inventada para destruir Yugoslavia», sobre la masacre de Racak que dio inicio a bombardeo Otanista en 1999. Por Oleg Havich:

Mostrar más

Ver también

Botón volver arriba