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Gobierno de Chile suspendió y puso en revisión proyecto astronómico en Cerro Ventarrones en cooperación con China tras presión de EEUU que acusó posibles fines militares

Las obras del Parque Astronómico Cerro Ventarrones, ubicado a 90 kilómetros al sureste de Antofagasta, fueron proyectadas desde 2016, anunciadas en enero de 2023, e iniciadas en mayo de 2024, siendo aplaudidas por variados actores de la ciencita astronómica y científica nacional, por el importante proyecto de cooperación para la Universidad Católica del Norte (UCN) en conjunto con el Observatorio Nacional Astronómico de China, instituto de investigación astronómica operado por la Academia China de Ciencias. Un extenso artículo publicado en diciembre del influyente medio «Newsweek» alertó las consideraciones geopolíticas y eventualmente militares que implicaba el proyecto para Estados Unidos. La Embajada estadounidense echó a andar sus presiones al gobierno chileno, y el acuerdo terminó por suspenderse para su revisión, bajo el argumento que comprometía asuntos estratégicos para los cuales se requiere aprobación del Ministerio de Relaciones Exteriores del Gobierno de Chile. La Embajada de China en Chile respondió con un comunicado que señala que confía en la continuación del proyecto señalando que se trata de una «iniciativa internacional abierta y transparente» rechazando las acusaciones de supuestos usos militares.


En Noviembre del 2016 la UCN y el Observatorio Astronómico Nacional de China (NAOC) firmaron una Memoria de Entendimiento con el propósito de desarrollar proyectos en el Cerro Ventarrones. En enero de 2023, una nota de la Universidad Católica del Norte celebraba: «NAOC de China y la UCN dieron el vamos a proyecto astronómico conjunto en Cerro Ventarrones». En mayo de 2024, se iniciaban las primeras obras: «Histórica jornada marca primer hito del Parque Astronómico Cerro Ventarrones».

Pero la historia de este proyecto comenzaría a cambiar a fines del año 2024. Un extenso artículo publicado el 18 de diciembre del 2024 por la revista Newsweek con título «La búsqueda de supremacía de China se traslada al espacio» (China’s Quest for Supremacy Moves into Space) señalaba las críticas que surgían desde Estados Unidos al proyecto de construcción de un complejo astronómico en el cerro Ventarrones, cerca de la ciudad de Antofagasta.


El proyecto astronómico con cooperación china bajo la observación estadounidense

La Universidad Católica del Norte (UCN) y el Observatorio Nacional Astronómico de China llevaban años de preparación y ejecución de un convenio para construir un complejo astronómico en el cerro Ventarrones, Antofagasta, con una inversión estimada de US$80 millones.

Sin embargo, la controversia no tardó en desatarse en tiempos en que Estados Unidos intenta por todos los medios posibles de detener el fuerte impulso de China a convertirse en la primera potencia mundial en prácticamente todos los aspectos económicos y de investigación científica y tecnología aplicada.

Un centro de estudios de clara orientación derechista, AthenaLab (co-dirigido por Nicolás Ibáñez cuya familia es dueña de la Universidad Adolfo Ibáñez), el 6 de marzo publicó un análisis titulado «Un problema en potencia para Chile: el observatorio chino que inquieta a EE.UU. por su posible uso dual» que citando a su vez al artículo antes mencionado de Newsweek advertían que estas instalaciones podrían tener «uso dual», es decir, además de su fin científico, serían capaces de rastrear satélites, recopilar inteligencia o incluso apoyar operaciones militares en el espacio.

La advertencia de Washington y su Embajada en Chile

Según fuentes gubernamentales conforme a un artículo publicado por el medio Ex-Ante («El proyecto astronómico chino que el Gobierno decidió cancelar tras cuestionamientos de EE.UU.»), la entonces embajadora de EEUU, Bernadette Meehan, elevó una «alerta formal» al gobierno chileno el pasado enero, 20 días antes de dejar su cargo. El mensaje fue claro: Washington veía el proyecto no como una iniciativa académica, sino como una posible infraestructura de vigilancia estratégica, dado el cerciente impulso de la República Popular China en todos los aspectos del desarrollo científico y tecnológico y también en el ámbito astronómico y espacial.

Según el artículo de Ex-Ante, la Cancillería chilena, sorprendida por el acuerdo, inició una revisión jurídica y política de él, y señaló que la Universidad Católica del Norte no había solicitado autorización previa para firmar el convenio, un requisito legal para proyectos con implicancias en seguridad nacional.

Equipos de la Universidad Católica del Norte y del Observatorio Nacional Astronómico de China en actividad de concreción del convenio entre ambas instituciones en en enero de 2023. Fuente: Universidad Católica del Norte.

La decisión de cancelar el proyecto

Con el análisis de la Cancillería chilena en mano, el gobierno de Gabriel Boric consideró atendibles los argumentos de EEUU y optó por bloquear el acuerdo. La determinación fue comunicada tanto a la administración Biden como al equipo de Donald Trump, en el marco del cambio de mando en Washington.

Desde la Universidad Católica del Norte (UCN) cercanos al exrector Rodrigo Alda (quien dejó el cargo el 7 de marzo) aseguraron a Ex-Ante que, hasta hace poco, no habían recibido objeciones formales de la Cancillería. Es decir, en los hechos desmiente que no hayan dado comunicación sobre el proyecto a las autoridades correspondientes. De hecho, en numerosas notas de prensa y del propio sitio de la UCN se informa que hay autoridades de gobierno en los sucesivos pasos de concreción de este acuerdo de cooperación. Mientras, el ministerio afirmó que mantiene diálogo con la universidad y la embajada china para «recabar antecedentes», mientras la Dirección Jurídica analiza el caso.

La intervención estadounidense en asuntos de política exterior chilena

El episodio reabre preguntas sobre cómo Chile regula la infraestructura espacial en su territorio, especialmente cuando involucra a potencias con intereses tecnológicos y militares globales.

No es la primera vez que se conoce de presiones e intervención de parte del Gobierno de Estados Unidos en proyectos en Chile en los que hay participación de China: durante el gobierno de Trump, presionó para que un cable submarino de fibra óptica desde Chile hacia Asia no fuera tendido por empresas chinas. Hoy, Google lidera ese proyecto, con Australia como primer destino.

Es sabido, además, que los sucesivos gobiernos chilenos de las últimas 5 décadas han tenido un fuerte alineamiento tras Estados Unidos, cuestión en la que el actual Gobierno de Gabriel Boric ha continuado y profundizado.

La respuesta de la Embajada de la República Popular China en Chile

La Embajada de la República Popular China en Chilen emitió el 15 de marzo una declaración sobre el proyecto astronómico suscrito en 2023, ante el cuestionamiento recibido por las autoridades estadounidenses e implícitamente contestando las objeciones señaladas en los artículos citados:

«La cooperación astronómica constituye un componente esencial de la colaboración científico-tecnológica entre China y Chile, desarrollada sobre la base de las ventajas complementarias de ambas naciones. Este intercambio se realiza bajo los principios de respeto y beneficio mutuo, igualdad y voluntariedad amistosa, cumpliendo estrictamente con las leyes y regulaciones chilenas, contando con el apoyo de los gobiernos, universidade e instituciones de investigación de ambos países.

Las instalaciones astronómicas binacionales en construcción operan con total transparencia en sus propósitos y funcionamiento, careciendo de cualquier fin inconfesable, Las informaciones sobre la cancelación del proyecto TOM por parte del gobierno de Chile son iniciertas. Y la Universidad Católica del Norte, socio del proyecto, ha enfatizado que TOM representa una iniciativa internacional abierta y transparente, disponible para todos quienes deseen participar, y mostrado plena disposición para colaborar con la Cancillería de Chile en profundizar la comprensión sobre este proyecto.

Cabe destacar lo paradójico que ciertos países mantienen cientos de bases militares en el extranjero con decenas de miles de tropas estacionadas, mientras se permiten criticar e interferir en las legítimas cooperaciones tecnológicas entre naciones. Esta actitud representa un típico ejemplo de hegemonismo y política de poder, lo que el pueblo chileno percibe con claridad. Cualquier intento de interferir u obstruir la cooperación astronómica legítima entre China y Chile fracasará«.

El 16 de abril, la Embajada volvió a emitir un comunicado, esta vez más directo: Declaración de la Embajada de China en Chile sobre las Injerencias Estadounidenses en la Cooperación Astronómica entre China y Chile, que por su importancia, reproducimos íntegramente (las negrillas son nuestras):

«Recientemente, el nominado embajador de Estados Unidos en Chile, Brandon Judd, durante su comparecencia ante el Comité de RR.EE. del Senado del país norteamericano, desafió abiertamente la soberanía chilena y su derecho autónomo de elegir socios de cooperación, al afirmar que buscaría «restringir el acceso de China a los recursos chilenos». En la misma ocasión, la senadora estadounidense Jeanne Shaheen hizo acusasiones falsas sobre la cooperación astronómica entre China y Chile. A esto se suma la exembajadora estadounidense Bernadette Meehan, quien presionó al gobierno chileno a cancelar el proyecto astronómico sino-chileno TOM, antes de retirarse de Chile.

Frente a esta escalada de injerencias por parte de Estados Unidos, la Embajada de China en Chile manifiesta su firme oposición y declara lo siguiente:

El proyecto de Monitoreo de Objetos Transitorios (TOM, por sus siglas en inglés), pertenece al campo de la astronomía de dominio temporal. Su objetivo es observar diversos fenómenos astronómicos transitorios, como supernovas, estallidos de rayos gamma, contrapartidas electromagnéticas de ondas gravitacionales, así como objetos dentro del sistema solar, mediante telescopios de rastreo. Este proyecto tiene gran importancia científica para revelar cuestiones fundamentales como el origen y la evolución de las estrellas, la naturaleza de los agujeros negros, el estado de la materia en las estrellas de neutrones y el origen de los elementos pesados en el universo.

En la actualidad, existen varios equipos de rastreo similares al TOM en el mundo. Por ejemplo, en Chile se encuentran el telescopio LSST (Large Synoptic Survey Telescope) del Observatorio Vera Rubin, financiado por el gobierno de EE.UU., cuya instalación se completó en enero de este año, y también el Proyecto NGTS (Next Generation Transit Survey) en colaboración entre Chile y unos países europeos del Observatorio Paranal. Hay otros proyectos importantes como Panoramic Survey Telescope and Rapid Response System (Pan-STARRS), el Sloan Digital Sky Survey (SDSS), el Catalina Sky Survey (CSS) de EE.UU., y el Telescopio de Exploración de Campo Amplio (WFST) de China, todos dedicados a la exploración del universo.

El proyecto TOM es una colaboración entre el Observatorio Astronómico Nacional de la Academia de Ciencias de China (NAOC) y la Universidad Católica del Norte de Chile, basada en intereses comunes y principios de igualdad, beneficio mutuo, apertura y transparencia, en estrico cumplimiento de las leyes y normativas de Chile. Una vez completado, además de realizar observaciones conjuntas, ambas partes abrirán convocatorias públicas a las instituciones astronómicas internacionales, quienes podrán presentar solicitudes de observación, compartir tiempo de observación y llevar a cabo investigaciones conjuntas. Asimismo, a través de seminarios científicos, actividades de divulgación para jóvenes y programas educativos en astronomía, el proyecto contribuirá a la educación científica y la formación de talentos astronómicos en Chile y América Latina.

Estados Unidos oculta deliberadamente el hecho de que su telescopio LSST tiene idéntica naturaleza científica al proyecto TOM e incluso abarca la totalidad de los objetos de investigación del proyecto sino-chileno, al tiempo que difunde información falsa sobre el TOM. Su verdadera intención es obstaculizar la cooperación tecnológica normal entre China y Chile, lo que constituye una pública injerencia en la elección independiente de Chile de sus socios de cooperación, tratándose de una pura y dura manifestación de hegemonismo y una nueva Doctrina Monroe. Confiamos en que el pueblo chileno no se dejará engañar y los intentos estadounidenses no tendrán éxito.»


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