«Cuando se gana con la Derecha, es la Derecha la que gana», Radomiro Tomic. A propósito del triunfo de Orrego en la Región Metropolitana
Corría abril de 1973 y habían sido las elecciones parlamentarias de marzo de ese año, en las que tanto la oposición de la «Confederación Democrática» (principalmente, la Democracia Cristiana y el Partido Nacional), como la Unidad Popular, tenían razones para considerar los resultados electorales tanto como triunfo como una derrota.
Era una especie de prolongación del «empate catastrófico» que parecía configurarse en el tenso y antagónico escenario político y social en el último año de la UP y el Gobierno de Salvador Allende. La Unidad Popular subía en votación y congresistas, pero la oposición seguía siendo mayoría, aunque ésta quedaba lejos de los 2/3 en el Congreso, con los que intentaba emprender la destitución constitucional del gobierno de Salvador Allende.
Un sector de la DC, el más derechista, empujaba al partido hacia un afianzamiento de la alianza con el Partido Nacional y la derecha dura. La otra ala, progresista y proclive a intentar entendimientos con la Unidad Popular. Esta última había ya tenido dos «desgajamientos» previos (la Izquierda Cristiana y el Movimiento de Acción Popular Unitaria, el MAPU), y venía perdiendo progresivamente espacio y maniobra frente al ala derechista.
En ese contexto, Radomiro Tomic, ex candidato presidencial de la Democracia Cristiana, y uno de los referentes del sector más progresista de la DC, intervenía en el Plenario Nacional de la DC, en los siguientes términos:
«Cuando se gana con la Derecha, es la Derecha la que gana» (Exposición en el Plenario Nacional del Partido Demócrata Cristiano, 7 de abril de 1973).
«La lección es clara: la alianza electoral con la derecha favorece a la Derecha, pero no a la Democracia Cristiana. La razón es tan comprensible como definitiva. Hay una proporción muy importante de chilenos cuyos intereses concretos, cuyas formas de participación en la vida social y económica del país, cuyos ideales y cuya visión del porvenir son contrarios a la derecha y al capitalismo. Cuando quedan «embotellados», como lo fueron entre la CODE y la UP, pierden un cauce propio para expresar su adhesión a una política de Izquierda que, sin ser marxista, esté efectivamente comprometida con la sustitución del capitalismo y con la creación de una nueva sociedad de trabajadores. Una política que, por definición, es antagónica a los intereses y a los ideales que representa la derecha, legítimos desde su punto de vista, pero inevitablemente antagónicos a esta nueva sociedad de trabajadores caracterizada por el desplazamiento de la propiedad de los medios de producción de manos privadas, hacia formas de propiedad social, estatal, comunitaria y otras.
Respecto al futuro de nuestras relaciones con la Derecha, una sentencia basta: ¡Todas las coincidencias que tengan justificación, pero ninguna alianza!».
Posteriormente a estas palabras, el sector más conservador y retardatario de la DC encabezado por el Senador Patricio Aylwin acrecentaría su control sobre el partido, y tenderá a una política de cada vez mayor alineamiento con la derecha dura y el golpismo, Vendría luego la presentación y aprobación de una Reforma Constitucional junto a la derecha sobre el central tema del Área Social de la Economía (el «proyecto Hamilton-Fuentealba»), sobre el que el Presidente Allende ejercerá un veto parcial, intensificando la tensión con una oposición cada vez más a la ofensiva y acercándose al plan desestabilizador y golpista.
Pero más allá de esas circunstancias tan específicas y las diferencias (o semejanzas, o contrastes) de escenario entre ese momento y el actual, bien vale recordar las ideas y posiciones de Radomiro Tomic y los anhelos nacional-populares que vivían en el «humanismo cristiano» de por entonces, en contraste con lo que es hoy, y hace ya un buen tiempo, el grueso de la dirigencia de la DC.
El triunfo de Claudio Orrego frente a la candidatura del Frente Amplio y apoyada por parte de las izquierdas, Karina Oliva, hoy en la Región Metropolitana, básicamente con el apoyo de las «comunas del Rechazo», hace muy pertinente acordarse de la frase del histórico referente de la izquierda de la DC.
Fuente del texto: «Tomic. Testimonios».